Le Quang Liem nació el 13 de marzo de 1991 en una familia sin tradición de jugar al ajedrez. Sus padres trabajan en el campo de la construcción. Pero a los siete años de edad mostró su talento y su gran pasión por este juego intelectual.
Aprendió a jugar con su hermano y luego asistió a un curso de ajedrez en un centro de cultura. Liem hizo rápidos progresos y fue seleccionado para participar en competiciones en el distrito y la ciudad, y ganó muchos premios.
A los 10 años, compitió en el extranjero por primera vez y llevó al país una medalla de plata en el grupo sub-10 del Campeonato Juvenil de Asia en 2001. Ese mismo año, obtuvo presea de plata de esa categoría en el Campeonato Mundial de Ajedrez de la Juventud.
Liem dice que su éxito se atribuye en gran medida a sus padres, que siempre lo atienden y lo animan en cada torneo. "Mis padres no me presionan cuando compito. Por el contrario, me enseñan a ganar por mí mismo, me animan a competir con mis mejores capacidades y me aconsejan que no me alegre demasiado con mis victorias", precisó Liem. Por esta razón, al participar en torneos en los que no puede evitar el fracaso, sabe siempre cómo superar sus derrotas y enfrentarse a los desafíos para seguir y triunfar la próxima vez. En 2006, en la 37a Olimpiada de Ajedrez celebrada en Italia, después de haber vencido a cinco grandes maestros y empatar con otros tres jugadores, Lien recibió el título de Gran Maestro de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), conferido a los ajedrecistas que sobrepasan los 2 500 puntos Elo. 

 

El éxito siguió al éxito en su carrera. Obtuvo grandes logros en la Copa del Mundo de Ajedrez y el Campeonato de Asia por equipos en la India en 2009. En enero de 2010, Liem se clasificó 93º en la lista de los 100 mejores ajedrecistas del mundo y entre los 10 mejores en la categoría juvenil de la FIDE, con Elo de 2 647, el más alto conseguido por un ajedrecista de Vietnam.
En el torneo abierto de Aeroflot 2010, uno de los más prestigiosos del mundo de este tipo, Liem se convirtió en campeón con siete puntos en nueve rondas (ganando cinco partidos y empatando cuatro) y se convirtió en el primer campeón de Asia en estos certámenes. Ese año, debido a su victoria en Rusia, fue calificado para asistir a la Reunión Dortmund Sparkassen en Alemán en 2010.
Para Liem, Dortmund 2010 fue el acontecimiento más memorable de su vida. Al respecto, expresó: "En este torneo, la partida con el húngaro Peter Leko, que tenía Elo de 2 735, fue la más prolongada de mi carrera. Competimos en un escenario con mucho público y sentí que la audiencia estaba más cansada que nosotros, porque la partida duró de las 15:00 a las 22:30 horas". La partida finalmente terminó en un empate y Liem ocupó el segundo lugar en el torneo, después del gran maestro ruso Vladimir Kramnik.
En septiembre de 2010, Liem asistió al torneo internacional in memóriam de ajedrez de curso rápido Florencio Campomanes, en Filipinas, y fue subcampeón, tras lo cual su Elo subió a 2 701, ayudándolo a convertirse en supergran maestro, un título no oficial de la Federación Internacional de Ajedrez para jugadores con Elo superior a 2 700. En julio de 2011, el Elo de Liem llegó a 2 715 y se convirtió en el número uno de los ajedrecista jóvenes del mundo.
Ha competido durante más de 10 años y sus excelentes logros son el resultado de un largo proceso de duro trabajo y experiencias de los certámenes con ajedrecistas de talento, como Arthur Kogan, de Israel, y los rusos Evgeny Bareev, cuarto lugar en el mundo, y Alexander Khalifman, excampeón mundial. También ha aprendido por sí mismo mediante el intercambio de información y competiciones en Internet con ajedrecistas internacionales y el estudio de revistas y periódicos.
 

A diferencia de los grandes maestros del mundo, que son apoyados por expertos y médicos, Liem solo recibe el cuidado de sus padres. A pesar de las dificultades, Liem siempre trata de hacer su mejor esfuerzo para tener confianza en cada competencia.
En la actualidad, Le Quang Liem cursa Banca y Finanzas en la Universidad de Saigón. Y sueña con convertirse en un hombre de negocios y compartir sus conocimientos y experiencia en el ajedrez con las próximas generaciones. Esperamos que sus sueños se hagan realidad y siga alcanzando éxitos para mayor gloria del país./.