Nguyen Thi Lien, quien padece de cáncer de mama en etapa IV, abandonó su tratamiento para dar a luz. Después del nacimiento de su hijo, debió permanecer en el Hospital Nacional de Cáncer y solo pudo ver a su bebe tres semanas después. El primer encuentro entre la joven madre de 28 años y el pequeño emocionó profundamente al equipo médico del Hospital Nacional de Obstetricia y Ginecología, y a todos.
Lien fue diagnosticada con cancer terminal de mama en su quinto mes de embarazo y decidió postergar su tratamiento para mantener el desarrollo fetal, aun con riesgo para su vida.
La joven tuvo a su hijo prematuramente, mediante cesárea, porque su condición médica se tornó muy severa. El bebé nació el 22 de mayo, entre las lágrimas de alegría de sus familiares, y recibió el nombre de Do Binh An, que significa Paz.
El doctor Tran Van Thuan, director del Hospital Nacional de Cáncer, examina a Nguyen Thi Lien antes de trasladarse al Hospital de Obstetricia y Ginecología. Foto: Cong Dat/VNP
El equipo de medicos del Hospital Nacional de Cáncer examinan a la salud de Lien. Foto: Cong Dat/VNP
El doctor Tran Van Thuan, director del Hospital Nacional de Cáncer, acompaña con Lien a ver su hijo. Foto: Cong Dat/VNP
Lien en camino para ver su hijo. Foto: Cong Dat/VNP
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Mientras la nueva madre permanecía en el centro de oncología, incluso con momentos en los que se encontraba en coma, el infante recibía cuidados intensivos en el hospital obstétrico.
El doctor Tran Van Thuan, director del Hospital Nacional de Cáncer, expresó que el caso de Lien fue un milagro, pues se encontraba tan débil que nunca pensó que pudiera ver a su hijo..
La médica entrega el pequeño a Lien. Foto: Cong Dat/VNP
El neonato nació pesando un kilogramo y medio y subio 250gr en el día de encuentro. Foto: Cong Dat/VNP
Binh An está bien después de 23 días de nacimiento. Foto: Cong Dat/VNP
La pequeña familia de Lien. Foto: Cong Dat/VNP
La joven retornó a su hospital con una promesa: “Regresaré, hijo”. En los primeros días de julio, su salud mejoró y se fue a casa con su bebé, en la provincia de Ha Nam. Foto: Cong Dat/VNP
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La imagen de la mama, temblorosa y abrazando al pequeño bebe, que se movía y lloraba en sus brazos, tocó el corazón de los presentes, tan felices como la propia Lien, porque su deseo se hizo realidad.
Sonriendo de alegría, la joven retornó a su hospital con una promesa: “Regresaré, hijo”./.
Por Tran Cong Dat