Es una experiencia interesante sentarse en un barco de cesta con un poblador local en los remos para visitar la reserva natural de Van Long en el distrito de Gia Vien, provincia de Ninh Binh, y escuchar al remero hablar de la historia y la cultura de esta zona sumergida.
Cada año, de mayo a septiembre, la reserva natural de Van Long se llena de visitantes que vienen a explorar su paisaje. Nuestra primera impresión cuando llegamos a esta tierra fue la introducción de Nguyen Dinh Tan, guía del viaje a Van Long, sobre el sitio turístico de su tierra natal. Nos contó la historia de un turista francés, llamado Robest, quien vino a buscar un lugar registrado en las memorias de su padre, un exsoldado de la guerra en Vietnam. En la memoria decía: "El 24 de septiembre 1943... en la ruta de operación al norte de An Nam hay una extraña área sumergida. Aquí, en otoño, un gran número de pájaros revoloteaban en el cielo. Por la tarde, grupos de monos y simios descienden de las montañas para beber agua y buscar comida. Esta zona parece inexplorada por la gente...".
Robest llegó a Gia Vien en otoño de 2011 y preguntó a la población acerca de las palabras grabadas en la memoria. Se le mencionó Van Long y visitó la zona por un día. Confirmó que era la extraña tierra donde su padre había estado estacionado durante la expedición en el pasado.
La historia de Robest solo sirvió como referencia de la tierra de Van Long, pero nos dio curiosidad. La reserva natural de Van Long cubre 3 500 hectáreas y está rodeada por diques de hormigón de más de 20 km de largo. Alrededor de la reserva se encuentran las aldeas típicas del delta del norte, que los turistas extranjeros gustan de explorar en carretas tiradas por bueyes y en bicicletas, para disfrutar de la tranquilidad de esta zona rústica. Para visitar la reserva, la única forma es tomar un bote conducido por habitantes del lugar para ir a lo largo de la única vía fluvial del muelle de Van Long hasta la reserva.
La reserva natural sumergida de Van Long, con una extensión de más de 3 500 hectáreas, es una hermosa zona de paisaje natural salvaje.
Cada año, desde mayo hasta septiembre, turistas de muchos lugares vienen a Van Long para adentrarse en el bello paisaje natural
de verdes montañas y aguas.
Turistas extranjeros disfrutan de una nueva experiencia al sentarse en un bote yendo a lo largo de la vía fluvial.

El pequeño bote de cesta lleva a los turistas por áreas de hierbas en crecimiento hasta el pie de la montaña kárstica.

En la ladera de la montaña, los monos pasan por los acantilados.
En otoño, cuando las aves emigran a Van Long, el área parece una maravillosa pintura natural..

Al atardecer, la zona acuática de Van Long tiene una belleza tranquila y melancólica.
En Van Long, los turistas extranjeros conocen una nueva experiencia al recorrer la zona rústica en carretas tiradas por bueyes, un tipo
de transporte familiar de los pobladores en el norte.
Paseos en bicicletas para respirar el aire fresco de la zona natural de Van Long.
Además de la belleza del paisaje natural, Van Long tiene muchos servicios turísticos, como restaurantes, hoteles y balnearios
de altos estándares para servir a los visitantes.
El barco de cesta es versátil. En el pasado era utilizado para viajar y capturar peces y camarones en las zonas sumergidas. Desde que Van Long se convirtió en un sitio eco turístico, unos 400 botes de cesta han sido utilizados para el transporte de turistas. Con un precio de 75 000 VND / pasajero, los botes representan un gran ingreso para los residentes de la zona.
Nuestro barco, llevado por Thuy Lan, corrió hacia el norte de la reserva y luego a lo largo del pie de la montaña hacia el este. Pasó por un pequeño riachuelo hacia la base de la elevación. Alrededor, había cañas verdes y pudimos ver cardúmenes de peces que nadaban entre las algas verdes bajo la superficie del agua.
Disfrutamos de la fresca brisa del este. A lo lejos, los barcos de pesca de la población local se perfilaban en el agua y un pequeño pez saliendo a la superficie para tomar aire provocaba pequeñas olas que se extendían en un área grande.
Como un guía profesional, Thuy Lan nos contó la leyenda de la montaña más alta de esta zona. En los viejos tiempos, mientras pasaba por esta montaña, un hada vio el paisaje encantador y se detuvo a contemplarlo. Ella conoció y se enamoró de un hombre pobre que vivía en la montaña para estudiar. Debido a su amor fueron castigados por Dios y se convirtieron en dos montañas, llamadas Nghien y Montañas de Hadas. Estas elevaciones están una al lado de la otra, pero nunca se convirtieron en marido y mujer.
Durante nuestro viaje también pasamos por montañas cuyos nombres están asociados con cosas interesantes, como Meo Cao (gato rascadura), Mam Xoi (bandeja de arroz glutinoso), Hom Sach (caja de libros) y Da Ban (pizarra). El lugar más interesante es la isla de las cigüeñas en la puesta de sol. Se trata de un bosque sumergido, situado en una zona de cañas. Es la morada de las aves migratorias en invierno. Durante ese tiempo muchas aves migratorias del norte, como el águila perdicera, garzas reales, garceta grande, cercetas, garcilla china y cigüeñas blancas sobrevuelan el lugar, creando una hermosa pintura.
Cuando la luz del sol se escondía detrás de las montañas kársticas, Thuy Lan nos dijo que podíamos ver los langures bajando de la montaña hasta la laguna para beber agua y buscar comida. Vimos una gran langur agarrándose a un acantilado en un barranco. Al ver nuestro barco, entró en el denso dosel de hojas. Según Thuy Lan, en los días húmedos y nublados los visitantes pueden ver más de 10 langures bajando la montaña. Si ven el barco se dispersan y se llaman mutuamente para ir a la montaña.
Al final del día, el cielo estaba oscuro. Los gritos de las cigüeñas llamándose desde la distancia y el susurro de las cañas crean sonidos únicos en una pacífica zona de montaña.
Por Thong Thien - Fotos: Van Quynh y Dinh Cong Hoan