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Especialistas vietnamitas y sus cosechas de arroz en Cuba: Campos dorados que tejen amistad
La Habana (VNA) - Entre los interminables, arrozales dorados de Sancti Spíritus, la máster vietnamita Tran Thi Tham no puede contener la emoción al contemplar las espigas repletas, fruto de meses superando adversidades junto a agricultores cubanos. “Ver estos campos como pinturas, con rendimientos que superan todas las cosechas anteriores, me confirma que estamos haciendo algo verdaderamente significativo”, confiesa.
Como parte del Proyecto de Cooperación Vietnam-Cuba para el Desarrollo Arrocero, Tham lidera actividades clave: desde la selección de semillas hasta la capacitación en técnicas avanzadas. “Sabía exactamente qué hacer, con la determinación de cumplir esta misión”, afirma.
Su llegada a Cuba en noviembre de 2024 tras 30 horas de vuelo fue reveladora: “El aeropuerto oscuro por apagones, los trámites con linternas... entendí inmediatamente la magnitud de las dificultades”. Sin embargo, los abrazos cálidos del equipo cubano disiparon las dudas: “Esa acogida se convirtió en mi combustible”.
En Sancti Spíritus, la realidad era cruda: campos abandonados por falta de combustible, marabú invadiendo tierras, cortes eléctricos de 20 horas. “Tierras fértiles que se pegaban a los zapatos como queriendo retenernos”, recuerda con ironía.
Nguyen Chi Vuong, jefe de especialistas en la zona, explica los desafíos: “Métodos obsoletos como sembrar semillas secas directamente en agua generan pérdidas de 171 kg/ha”. Frente a esto, el equipo vietnamita introdujo cambios radicales: semillas pregerminadas, parcelas más pequeñas con bordes fijos y nivelación precisa.
Los obstáculos persistieron. Tham relata: “Una vez, con semillas listas para siembra aérea, la falta de combustible nos obligó a plantar manualmente”. Pero la recompensa llegó: “La explosión de alegría al cosechar con rendimientos récord no tiene precio”.
Más allá de los números, esta historia se escribe en sonrisas y “lenguaje corporal” que supera barreras idiomáticas.
Como resume Pham Van Thuan, jefe del grupo de especialistas vietnamitas: “No trajimos solo semillas, trajimos el corazón. Nuestro mayor logro es verlos aplicar estas técnicas con confianza hacia su autosuficiencia alimentaria”.
Estos campos dorados no solo simbolizan cosechas abundantes, sino la perdurable amistad Vietnam-Cuba y el rol de la agricultura vietnamita en la seguridad alimentaria global./.