Hanoi (VNA) - A lo largo de 35 años de relaciones, Vietnam y la Unión Europea (UE) han pasado de una cooperación centrada en la asistencia al desarrollo a una asociación integral que abarca comercio, inversión, educación, ciencia y tecnología, y especialmente la transición verde.
La ayuda oficial al desarrollo de la UE en los primeros años del proceso de Doi Moi (Renovación) en la nación indochina contribuyó significativamente a la reforma institucional, la reducción de la pobreza, el desarrollo de infraestructuras y la formación de recursos humanos, creando una base de confianza para la cooperación a largo plazo.
Tres documentos clave estructuran la relación bilateral, a saber, el Acuerdo Marco de Cooperación de 1995, el Acuerdo de Asociación y Cooperación Integral (PCA) de 2012 y el Tratado de Libre Comercio entre Vietnam y la UE (EVFTA) de 2020.
El PCA estableció mecanismos de diálogo político, jurídico, medioambiental y de seguridad no tradicional, mientras que el EVFTA marcó un hito al convertir a Vietnam en el primer país en desarrollo de Asia en firmar un acuerdo comercial de nueva generación con la UE.
Gracias a estos acuerdos, el comercio bilateral casi se triplicó en una década, alcanzando los 67 mil millones de euros (77,7 mil millones de USD) en 2024. Vietnam es actualmente el mayor socio comercial de la UE en la ASEAN, mientras que esta comunidad europea se mantiene como un mercado de exportación exigente pero estable para los productos vietnamitas.
El EVFTA eliminó más del 70% de las líneas arancelarias desde su entrada en vigor, creando ventajas para los sectores de confección, calzado, electrónica y productos agroacuáticos, y ofreciendo a las empresas europeas un mayor acceso al mercado vietnamita en industrias procesadoras, farmacéutica y servicios financieros.
La relación con Alemania es un ejemplo destacado. En 2024, el comercio bilateral alcanzó casi 19 mil millones de euros (22 mil millones de USD) y más de 530 empresas alemanas operan en Vietnam. El EVFTA y las expectativas en torno al Acuerdo de Protección de Inversiones Vietnam-UE (EVIPA) están impulsando aún más la cooperación económica.
En educación e intercambio pueblo a pueblo, más de 7.000 estudiantes vietnamitas cursan estudios en Alemania, unos 6.000 vietnamitas participan anualmente en programas de formación profesional y más de 200 programas de cooperación universitaria están en marcha. Instituciones como el Instituto Goethe y el DAAD siguen reforzando los vínculos socioculturales entre ambas partes.
La cooperación en transición verde se perfila como un nuevo motor. Con iniciativas de apoyo ecológico y la Asociación para la Transición Energética Justa (JETP), valorada en más de 15,5 mil millones de USD, la UE respalda a Vietnam en el desarrollo de energía eólica marina, la mejora de la red eléctrica, la economía circular, las finanzas verdes y la aplicación de estándares ESG. El futuro del comercio bilateral dependerá de la capacidad de las empresas vietnamitas para cumplir nuevas normas como el CBAM, el EUDR o la taxonomía verde de la UE.
La ciencia, la tecnología y la innovación también emergen como áreas prometedoras mediante programas como Horizon Europe y Erasmus+, abriendo oportunidades para el país indochino en dominios de alta tecnología como Inteligencia Artificial (IA), ciberseguridad, agricultura inteligente, energía renovable y gestión de datos.
No obstante, persisten desafíos: un superávit comercial elevado a favor de Vietnam; la inversión europea aún por debajo del potencial debido a diferencias normativas y limitaciones de infraestructura; además de las nuevas exigencias verdes de la UE. La dinámica geopolítica global obliga a la UE a priorizar la “autonomía estratégica abierta”, lo que requiere que la nación sudesteasiática actúe con mayor flexibilidad en la gestión de sus relaciones con los principales socios.
Según expertos, tres tendencias marcarán la próxima década: la cooperación verde como pilar estratégico; la innovación tecnológica como espacio central de colaboración; y el Acuerdo de Libre Comercio UE-Vietnam (EVFTA) junto con el Acuerdo de Protección de Inversiones entre la Unión Europea (UE) y Vietnam (EVIPA) como base para fortalecer los vínculos económicos y atraer inversión europea de alta calidad.
Tras 35 años, Vietnam y la UE han pasado de una relación de “donante–receptor” a una asociación equitativa, compartiendo intereses y responsabilidades en un contexto mundial cambiante. Aprovechando las complementariedades como la posición estratégica y la capacidad productiva de Vietnam, y la tecnología y visión verde de la UE, la próxima década podría abrir una etapa de cooperación profunda y de alcance estratégico renovado./.







