En una pequeña cafetería de Ciudad Ho Chi Minh tuvimos la oportunidad de conversar con Chau Thanh Toan, un trabajador de la salud de la urbe, de 37 años de edad y más de 22 dedicados al voluntariado.

A los 15 años, cuando era un estudiante, Thanh Toan ya estaba consciente de que existían quehaceres pequeños con los que podía ayudar a otros. Comenzó a recolectar basura y botellas plásticas alrededor del vecindario, ahorrando el poco dinero que ganaba de este trabajo para ayudar a los alumnos pobres. También se unía a los equipos que mantenían el orden del tráfico en lugares concurridos, entre otras labores.

En la actualidad, Chau Thanh Toan trabaja en la estación médica en el barrio de Da Kao, distrito 1, Ciudad Ho Chi Minh. Toan con sus medallas obtenidas por sus actividades voluntarias. Visita al Centro de Rehabilitación del distrito 3, Ciudad Ho Chi Minh.  Con una víctima de quemaduras graves en proceso de recuperación.  Toan desempeña el papel de animador en un programa infantil en la provincia de Tay Ninh, en el cual donan artículos escolares y bicicletas.  Toan y voluntarios en el Campeonato Nacional de Natación para personas con discapacidades 2019. Con niños khmer en la comuna de Vinh Chau, provincia de Soc Trang.  En un viaje de voluntariado en Tay Ninh.

En los años de bachillerato, participaba asimismo en trabajos voluntarios. Con el deseo de ayudar a los niños huérfanos que no tenían condiciones para acceder a la escuela, hizo contacto con otros voluntarios para darles clases y enseñarles a leer y escribir.

En la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Agricultura y Silvicultura de Ciudad Ho Chi Minh, el joven era líder de varios grupos de estudiantes en las campañas de voluntariado, como Mua he xanh (Verano verde), Xuan tinh nguyen (Voluntario en primavera) o el grupo SV07, perteneciente a la Cruz Roja de la provincia Tay Ninh, con 20 a 30 alumnos activos de diferentes universidades como miembros.

El pasado mes de marzo, Chau Thanh Toan entró en el top de la lista de personas que han pasado la mayor parte del tiempo como voluntarios, según la Asociación de Registros de Vietnam y la Organización de Registros de Vietnam. También en esta ocasión, Toan lanzó el libro “Chau Thanh Toan por un poco de paz”, para mandar mensajes e inspirar a los jóvenes.

Toan compartió: “No creo que ayudar a otros sea una gran misión. Es lógico que aquellos que sufren enfermedades graves, como el cáncer, o quienes son menos afortunados se depriman y necesiten recibir atención. Cuando los estudiantes voluntarios se graduaron, las siguientes generaciones se unieron al grupo y continuaron el trabajo de ayudar a otros”.

Con el entusiasmo de la juventud y la voluntad de “dar sin pensar en recibir”, Toan ha elegido por sí mismo el camino de compartir las dificultades y dedicar la mejor parte de su tiempo al voluntariado. También nos comentó que es una persona a la que le gusta cantar, aunque no lo hace muy bien y no sigue el ritmo adecuadamente, pero cuando mezcla su voz con las vidas desafortunadas, encuentra la vida más significativa y cálida./.
 

Por Nguyen Luan