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Inversión pública impulsará crecimiento duradero en Vietnam, según organizaciones internacionales
Hanoi (VNA)- Las políticas de apoyo al crecimiento a través de la flexibilización monetaria y un volumen sustancial de inversión pública por desembolsar en 2023 ayudarán a Vietnam a hacer frente a los desafíos actuales como la recesión económica mundial y tensiones geopolíticas, vaticinó Andrew Jeffries, director de la filial del Banco Asiático de Desarrollo (BAD) en el país.
Según pronosticó, la tasa de crecimiento económico de Vietnam caerá levemente al 6,5 por ciento este año y aumentará al 6,8 por ciento en 2024, mientras que la inversión pública constituirá una fuerza impulsora clave, que estimulará la recuperación y el crecimiento económico en 2023 y 2024, además de impulsar el sector de la construcción y otras actividades económicas relacionadas.
Junto con la rápida transición a las políticas de relajación monetaria en marzo, se espera que el desembolso de la inversión pública brinde impactos multidimensionales, creando un fuerte impulso de crecimiento para la economía, comentó.
Jeffries evaluó que la prolongada pandemia de la COVID-19 desde 2021 ha expuesto problemas estructurales y también ha planteado desafíos importantes para la economía vietnamita, y que el mercado de capitales doméstico se encuentra bajo presión.
Aunque la inestabilidad del mercado aún no afecta al sistema bancario debido a la resiliencia de las instituciones financieras, los riesgos están cada vez más presentes, dijo, y agregó que, a largo plazo, las reformas deben continuar para reducir la dependencia de la economía del financiamiento bancario y mejorar la transparencia en el mercado de capitales.
Mientras tanto, la directora del Banco Mundial (BM) en Vietnam, Carolyn Turk, resaltó que, a diferencia de muchos otros países, a Vietnam todavía le sobra espacio para adoptar medidas encaminadas a impulsar el crecimiento.
La implementación efectiva de proyectos claves de inversión pública deviene un motor clave del crecimiento, tanto a corto como a largo plazo, mientras que las políticas fiscal y monetaria deben estar sincronizadas para apoyar la economía y garantizar una estabilidad macroeconómica efectiva, enfatizó.
El BM pronosticó que el crecimiento económico de Vietnam en 2023 podría alcanzar el 6,3 por ciento, luego de un máximo del ocho por ciento en 2022. El declive se atribuye a una desaceleración en el crecimiento del sector de servicios, así como al aumento de los precios y las tasas de interés que afectan tanto a los inversores como a los hogares. Sin embargo, se espera que el crecimiento se recupere al 6,5 por ciento en 2024, a medida que se reanuden los principales mercados de exportación de Vietnam.
Indicó que tanto los desafíos internos como los externos requieren que el gobierno vietnamita adopte políticas cautelosas basadas en evidencia y datos, las cuales deberían incluir la gestión del vínculo entre el crecimiento y la inflación, y un estrecho seguimiento del sector financiero. Las condiciones favorables para una recuperación más rápida del crecimiento mundial pueden ocurrir antes de lo esperado, lo que impulsaría la situación de las exportaciones y probablemente contribuiría a un aumento del crecimiento económico.
La tarea inmediata es eliminar las barreras al comercio y la inversión extranjera en el sector de servicios innovadores, así como lanzar reformas para aumentar la competitividad y mejorar el acceso al financiamiento para las empresas nacionales, sugirió.
Añadió que el Gobierno, junto con los departamentos y agencias pertinentes, debe alentar a las empresas a adoptar gradualmente la tecnología y la innovación en el desarrollo de productos y procesos; realizar esfuerzos para mejorar la capacidad y las habilidades de la fuerza laboral y de los funcionarios administrativos; además de enfocarse más en elevar la calidad de los servicios para impulsar el crecimiento en sectores donde Vietnam tiene fortalezas, como la manufactura y el procesamiento./.