El programa diseña las estrategias para mitigar los efectos de invernadero y prepararse ante los impactos de la variación climática. Según el Acuerdo de París firmado el 22 de abril pasado, Singapur se comprometió a reducir el 36 por ciento de las emisiones de carbono.
Tony Tan subrayó la importancia del plan para materializar el objetivo de reducir las emisiones de carbono para 2030, centrado en el sector industrial.
En concreto, la primera parte del plan aborda la mejora de la eficiencia energética y la reducción de las emisiones de carbono, mientras la segunda esboza soluciones para enfrentar el cambio climático, representado en el aumento de la intensidad de los días calurosos y lloviosos.
Según los pronósticos, a finales de este siglo, el nivel del mar de Singapur aumentará de 0,25 metros a 0,76 metros, lo que planteará desafíos para la isla Estado en la construcción de infraestructura para afrontar ese fenómeno.
Ese programa de acción forma parte del Plan de desarrollo sostenible de Singapur, que incluye varias metas a cumplir en 2030, como aumentar la tasa de reciclaje al 70 por ciento, elevar la eficiencia energética a 35 por ciento y el número de edificios certificados “verdes” a 80 por ciento.
VNA/VNP
