Hanoi (VNA) - Cuando el video musical Bac Bling de Hoa Minzy alcanzó los 100 millones de vistas en solo 27 días, el logro fue mucho más que una cifra viral. Su lanzamiento en marzo, que involucró a más de 300 habitantes de la provincia norteña de Bac Ninh, marcó un hito en cómo los jóvenes artistas vietnamitas están integrando las tradiciones culturales en formatos contemporáneos capaces de conmover a audiencias de todo el mundo.
El videoclip no solo destaca por su música pegajosa, sino también por su riqueza visual: pinturas folclóricas de Dong Ho, sombreros cónicos tradicionales, festivales populares y templos históricos componen una narrativa estética vibrante. En solo 24 horas, se ubicó entre los 11 videos más vistos del mundo y más tarde ocupó puestos de tendencia en países como Australia y Corea del Sur.
“La energía del clip capta de forma natural el dinamismo de la cultura callejera vietnamita y el espíritu vibrante de su juventud”, opinó Yeaji, una creadora de contenido surcoreana conocida por sus reacciones a videos musicales vietnamitas.
“El uso del color, el vestuario, los escenarios y la coreografía reflejan claramente la identidad vietnamita, pero con un estilo moderno. La melodía es tan pegajosa que dan ganas de escucharla una y otra vez.”
Lo que más le impresionó fue que el video no se limitó a atraer solo al público joven: “Incluir a personas reales, de distintas edades, hizo que el resultado pareciera una carta de amor a la comunidad y su historia”.
Experimentos atrevidos
Hoa Minzy no es la única figura destacada en esta tendencia. Giao Cun, una influencer de TikTok con casi 860 mil seguidores, ha ganado popularidad con cientos de videos que exploran la historia y cultura vietnamita. En lugar de seguir ciegamente las tendencias globales, las adapta a su contexto local: por ejemplo, en los populares videos de transformación de sombreros, utiliza versiones tradicionales como el non quai thao (sombrero de palma plana) o el non ba tam (sombrero cónico con ala grande) en lugar de los típicos sombreros occidentales, aportando así un giro cultural que cautiva a miles de usuarios.
Cuando se le pregunta por su motivación, responde con sencillez: “No hago esto por fama. Solo quiero compartir lo que me parece interesante”. Para ella y muchos otros tiktokers y youtubers vietnamitas, la creación de contenido es una forma de aprendizaje personal y de transmitir el amor por su país.
Una seguidora lo resume así: “Giao Cun ha despertado un renovado interés por la historia entre los jóvenes, haciéndonos sentir más orgullosos y conectados con nuestras raíces”.
En los últimos años, han surgido numerosos creadores centrados en la cultura tradicional. Figuras como Pham Duc Anh (@ducanh94), Meo Trai Dat y la misma Giao Cun están marcando el rumbo de una nueva generación que promueve el arte, la historia y los valores culturales vietnamitas desde el entorno digital.
De influencers a diplomáticos culturales
El auge de estos creadores no ha pasado desapercibido para las autoridades. Diversas agencias estatales han comenzado a colaborar con ellos en campañas de promoción cultural, como la participación de jóvenes influencers en la delegación vietnamita para la EXPO 2025 en Osaka. Uno de los proyectos más exitosos ha sido la campaña #DiSanVietNam, que incentivó a la comunidad a generar contenido sobre el patrimonio cultural vietnamita, combinando tradición con herramientas tecnológicas. La campaña se volvió viral, superando ampliamente las expectativas.
Desde una perspectiva académica, el doctor Vu Lam, de la Universidad de Nueva Gales del Sur, considera este tipo de cooperación un cambio clave en la estrategia de diplomacia cultural del país. “Hoy, la diplomacia cultural ya no es solo responsabilidad del Estado. Muchos jóvenes están promoviendo con orgullo su identidad en plataformas como TikTok e Instagram. Se han convertido en auténticos embajadores culturales voluntarios. Eso debe ser alentado”, afirmó.
La creatividad de estos jóvenes también ha dado lugar a innovadores productos culturales. En colaboración con Comicola y el Centro de Conservación de Monumentos de Hue, Giao Cun ha lanzado De do khao co ky (Registro arqueológico imperial), una línea de cajas sorpresa que contienen réplicas en miniatura de artefactos históricos del complejo imperial de Hue.
Cada caja, con un precio entre 200 mil y 280 mil VND (7,7- 10,8 USD), contiene una figura cultural escondida en una capa de yeso, simulando una excavación arqueológica. Con tecnología NFC incorporada, estos juguetes permiten acceder a información histórica, videos y relatos con solo acercar el móvil.
Ly Nguyen, una joven aficionada a la cultura en Hanoi, descubrió el producto gracias a TikTok: “No es solo un juguete; es una forma divertida de aprender historia”.
En declaraciones con la Agencia Vietnamita de Noticias (VNA), el viceministro de Cultura, Deportes y Turismo Ta Quang Dong destacó el valor de estos contenidos en la promoción del país: “Los videos cortos y creativos que combinan tradición con elementos modernos han atraído a audiencias internacionales. Es una señal alentadora”.
No solo los vietnamitas están contribuyendo. El creador de contenido francés Will Helm Le Courageux se ha hecho un nombre compartiendo su pasión por la cocina vietnamita: “Descubrí sabores increíbles que no están suficientemente representados a nivel internacional. Mi meta es dar a conocer al mundo el Vietnam del que me enamoro cada día”.
Las redes sociales permiten que diversas artes y culturas brillen
El fenómeno confirma el gran potencial de las redes sociales para conectar al mundo con la cultura vietnamita. Sin embargo, también hay desafíos. Nguyen Le, de la Universidad de Nottingham Ningbo en China, advierte sobre obstáculos como la barrera del idioma, los algoritmos de las plataformas y la falta de control sobre la precisión de los contenidos: “Existe el riesgo de que se difunda información errónea, ya que actualmente no hay entidades que supervisen estos materiales”.
Para Giao Cun, el desafío principal es construir una identidad cultural clara en el imaginario global: “Muchos extranjeros no distinguen entre vestimenta vietnamita y china. Estamos décadas atrás en la creación de una imagen cultural nacional reconocible”.
Sugiere que se utilicen plataformas digitales para mostrar regularmente los trajes tradicionales vietnamitas de distintas épocas: “Así, quien entre a redes sociales sabrá cómo luce realmente un atuendo vietnamita, y no lo confundirá”.
Will Helm coincide: “Las redes sociales permiten que distintas culturas brillen de manera auténtica, real y hermosa. Un usuario cualquiera puede compartir escenas cotidianas, recetas familiares o momentos culturales y conectar al instante con millones de personas”.
Lo que Hoa Minzy logró con Bac Bling demuestra que el arte y la tradición vietnamita pueden llegar al mundo con fuerza. Y ahora, muchos jóvenes están siguiendo ese camino. Para ellos, la cultura no es solo algo que se conserva en libros o museos: es parte viva de su identidad, algo que desean compartir con orgullo.
En ese sentido, se han convertido en verdaderos embajadores de la cultura vietnamita./.
VNA/VNP