En los últimos días de agosto, Hanói se engalanó con un ambiente vibrante de preparativos para el desfile conmemorativo del 80.º aniversario de la Independencia. A lo largo de las avenidas, multitudes se congregaron con entusiasmo para contemplar la solemne marcha de los bloques de desfile y las procesiones. 

En los ojos de los ancianos que han sido testigos de numerosas grandes celebraciones se refleja la emoción y el orgullo al ver a las nuevas generaciones seguir los pasos de sus antecesores, asumiendo la misión de defender la Patria. Desde todos los rincones del país, caravanas de vehículos se dirigieron hacia la capital, llevando consigo el espíritu de unidad y un mismo latido con la nación.

Ese júbilo popular no es solo la alegría de un día de fiesta, sino también un profundo tributo a las generaciones que se sacrificaron por la independencia y la libertad, al tiempo que reafirma la determinación del pueblo vietnamita en la construcción y defensa de la Patria en la nueva era.