Cuando los vientos primaverales soplan a través de la meseta de Moc Chau, miles de flores de ciruelo brotan, cubriendo valles y colinas. Este espectáculo natural ofrece un paisaje espléndido en el corazón de la región noroeste.
Los ciruelos de Moc Chau florecen en masa entre finales del primer mes y principios de febrero del calendario lunar, coincidiendo con el período tradicional del Tet. Es la temporada ideal para admirar las colinas salpicadas de níveas flores. Además de su belleza, estos árboles representan una importante fuente de ingresos para los habitantes, gracias a la comercialización de sus frutos y al desarrollo del turismo.
Durante la temporada alta de floración, los visitantes quedan envueltos por la dulce fragancia de las flores de cinco pétalos de color blanco puro, como pequeños copos de nieve que caen del cielo. En la mañana, cuando llega la niebla invernal, el escenario se convierte en misterioso y más encantador.
Varios destinos imprescindibles para los amantes de esta mágica floración son el valle Na Ka, los pueblos de Phieng Canh y Ang, así como la colina de té de Moc Chau. Los turistas pueden tomar fotografías únicas o relajarse en una cafetería con impresionantes vistas a los huertos de ciruelos.
El valle de Moc Chau también atrae a los visitantes por su aire limpio, exuberantes colinas cubiertas de té, granjas lecheras y la rica cultura de los grupos étnicos. Allí los excursionistas pueden elegir el modelo homestay para alojarse y degustar especialidades locales, como carne de res asada, com lam (arroz glutinoso cocinado dentro de un tubo de bambú) y diversos platos preparados con vegetales silvestres.
Cada año aumenta el número de viajeros que van a admirar las flores. Este próspero turismo contribuye al desarrollo económico del lugar. Los servicios como homestay, restaurantes y guías locales también crecen fuertemente, creando más puestos de trabajo para los pobladores.
Los lugareños elaboran diversos productos de valor, como ciruelas deshidratadas, mermelada y licor. Estas especialidades constituyen regalos significativos que los turistas pueden comparar para familiares y amigos.
Disfrutar la primavera contemplando las flores de ciruelo en Moc Chau no es solo un viaje para descubrir la belleza de la naturaleza, sino también una oportunidad para conocer la particular cultura de la región. Las flores blancas y puras son como un cálido saludo de las montañas y de los lugareños a los visitantes, prometiendo recuerdos inolvidables en la llegada del Año Nuevo Lunar y la primavera.