El líder histórico de la Revolución Cubana intervino en cuatro ocasiones en foros de Naciones Unidas, un escenario en el cual sus denuncias y reclamos retumbaron hasta ensordecer los oídos de los poderosos y recibieron la aprobación y el aplauso de los pueblos oprimidos por ellos.

'ÂíDesaparezca la filosofía del despojo, y habrá desaparecido la filosofía de la guerra!', afirmó en su primer discurso en septiembre de 1960, una frase que las agresiones de conquista y el sufrimiento y la muerte a diario de miles de seres humanos impiden que pierda actualidad.

Tampoco lo hace su llamado de 1995 a detener la carrera armamentista y a la proscripción total de todas las armas de exterminio en masa.

La Asamblea General de la ONU también fue testigo de sus incómodas preguntas sobre el orden internacional imperante, marcado por la pobreza y la exclusión, y acerca de la falta de voluntad política para cambiarlo en beneficio de las grandes mayorías.

'¿Por qué unos pueblos han de andar descalzos para que otros viajen en lujosos automóviles? ¿Por qué unos han de vivir 35 años para que otros vivan 70? ¿Por qué unos han de ser míseramente pobres, para que otros sean exageradamente ricos? Hablo en nombre de los niños que en el mundo no tienen un pedazo de pan.

Hablo en nombre de los enfermos que no tienen medicinas, hablo en nombre de aquellos a los que se les ha negado el derecho a la vida y a la dignidad humana', sentenció en 1979.

Fidel Castro retomó sus críticas a las injusticias imperantes 21 años después, cuando en la Cumbre del Milenio de Naciones Unidas desenmascaró los engaños y las manipulaciones de un supuesto progreso bajo el capitalismo y las posturas hegemónicas.

'Tres decenas de países desarrollados y ricos que monopolizan el poder económico, tecnológico y político, se reúnen aquí con nosotros para ofrecernos más de las mismas recetas que han servido sólo para hacernos cada vez más pobres, más explotados y más dependientes', advirtió.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, recordó en su mensaje por el fallecimiento del líder, la víspera a los 90 años de edad, sus ideas revolucionarias y su fuerte voz a favor de la justicia social en las discusiones globales en la Asamblea de la organización y en otros foros internacionales y regionales.

Emblemática figura de la Revolución Cubana, Fidel Castro fue prominente en América Latina e influyente en los asuntos mundiales, con casi cinco décadas de huellas en su país y la política global, subrayó.

En declaraciones a Prensa Latina, diplomáticos latinoamericanos destacaron el compromiso del líder con las causas de los oprimidos.

'Para nosotros es una gran pérdida la partida física del comandante, un hombre universal, un maestro, la figura más importante del siglo XX, cuyo nombre conocen y pronuncian todos los pobres del planeta en los más diversos idiomas', señaló el representante permanente de Venezuela ante la ONU, Rafael Ramírez.

Por su parte, el embajador boliviano, Sacha Llorenti, calificó a Fidel de uno de los hombres más importantes para las luchas de los pueblos por la justicia y la independencia.

Su impronta quedó grabada en Naciones Unidas, y su ejemplo está presente en cada vida salvada por un médico cubano en el mundo y en cada ser humano alfabetizado por un maestro de la isla, dijo Llorenti, quien aseguró que 'a Fidel le debemos un esfuerzo cotidiano para tratar de seguir sus ideales'.