La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) tiene una posición especial en el mapa mundial, bordeando los océanos Pacífico e Índico, por lo que el contrabando en el mar en los últimos años se ha vuelto muy complicado. Con los esfuerzos de sus países miembros, la agrupación ha estado coordinando estrechamente e implementando sincrónicamente convenciones estrictas para prevenir esta situación.
El informe de 2019 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) sobre el crimen transnacional en el Sudeste Asiático indica que la región es una de las de tránsito más importante para este fenómeno y tiene una conexión profunda con zonas sensibles en todo el mundo. De hecho, el plan maestro para la Comunidad Política y de Seguridad de la Asean 2025 identifica la prevención y la lucha contra la delincuencia internacional, especialmente el delito de contrabando en el mar, como una de las áreas clave de la cooperación de la Asean para construir una comunidad de paz y desarrollo sostenible.
Establecida sobre la base de la Declaración de Manila acerca de la Delincuencia Transnacional de 1997, la reunión ministerial de la Asean sobre Delitos Transnacionales (AMMTC), que se lleva a cabo anualmente y está compuesta por los ministros responsables de este ámbito de cada Estado miembro, es el máximo órgano normativo en temas relacionados con la cooperación de la Asociación para prevenir y combatir estos delitos.
Actualmente, el bloque se enfoca en priorizar recursos para enfrentar 10 delitos transnacionales y marítimos típicos de la región: terrorismo, tráfico de personas y de migrantes ilegales, delitos de drogas, tráfico de armas, lavado de dinero, delitos cibernéticos, delitos económicos, piratería, y contrabando de madera y vida silvestre. En particular, algunos tipos que transcurren en el mar, en la zona, se advierten en un nivel muy grave.
La Declaración del Foro Regional de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ARF) sobre la mejora de la cooperación entre los organismos encargados de hacer cumplir la ley marítima fue adoptada en 2016 a iniciativa de Vietnam. El documento hace un llamado a las agencias de aplicación de la ley marítima de los miembros de foro para fortalecer la colaboración sustantiva a través de acciones como el intercambio de experiencias, mejores prácticas, desarrollo de capacidades y actividades continuas, entre ellas patrullas conjuntas y simulacros contra la piratería, asegurando la libertad de navegación, hacia el desarrollo de reglas comunes y normas de conducta. Desde 2016, las fuerzas funcionales de los países de la Asean también han trabajado en estrecha colaboración para prevenir el contrabando en el mar.
La epidemia de Covid-19 es complicada, y en los últimos meses de 2021 y principios de 2022, Vietnam prevé un aumento de las actividades delictivas en el mar. El Gobierno ha ordenado a la Guardia Costera que prepare de manera proactiva fuerzas y embarcaciones, y despliegue patrullaje, inspección y control en las aguas asignadas. En particular, se centra en patrullar y controlar mares clave en cuanto a existencia de contrabando, fraude comercial y transporte ilegal de mercancías, como el Mar del Noreste, las aguas que limitan con Malasia, Indonesia, Filipinas, Tailandia y el Mar del Sudoeste.
A principios de 2022, los delincuentes, además de los productos “tradicionales” como carbón, minerales, gasolina, petróleo y tabaco, se centraron en artículos para el hogar y productos médicos para la prevención y el control de enfermedades. Las autoridades de los integrante de la Asean han desmantelado cientos de casos de transporte ilegal en el mar de estos rubros.
Con los esfuerzos de los Estados miembros, la Asociación ha estado haciendo esfuerzos para combatir el contrabando en el mar, limpiar y hacer más justa la economía de la región./.
- Por: Phong Thu
- Fotos: VNA
