SEA Games 31: impresionantes huellas de Vietnam
Superando las dificultades debidas a la Covid-19, Vietnam logró organizar los exitosos XXXI Juegos Deportivos del Sudeste Asiático (SEA Games 31), el mayor evento de este tipo de la región. Sus resultados han afirmado la posición del país en el mapa deportivo del área y ofrecieron una oportunidad para que los amigos internacionales vieran un Vietnam hermoso y próspero, y también evidenciaron su control efectivo de la situación epidémica y su recuperación, así como su desarrollo económico; una nación lista para recibir visitantes extranjeros.
El estadio Thien Truong, a pesar de que no fue sede de ningún partido de la selección de balompié de Vietnam, tuvo un número récord de espectadores y creó una atmósfera tan apasionante que en la página web de la Federación de Fútbol del Sudeste Asiático (ASEAN Football) se publicaron imágenes “abrumadoras” del lugar con significativos comentarios. Por ejemplo: “Qué ambiente tan apasionado. Treinta mil aficionados estuvieron presentes en el Thien Truong esta noche (7 de mayo). Este es un nuevo récord para un partido con la mayor cantidad de espectadores en un estadio neutral en la historia de los SEA Games”.
La logística, la recepción, la ceremonia y el alojamiento de los atletas también fueron muy apreciados. Thana Chaiprasit, jefa de la delegación de Tailandia, comentó: “Vietnam, como todos nosotros, ha estado luchando contra la Covid-19 durante los últimos dos años y medio, ha superado todo tipo de dificultades para organizar un evento exitoso en todos los aspectos, desde el personal bien capacitado, los estándares técnicos en las sedes, la seguridad, el horario y el transporte, hasta la logística y el alojamiento. En 2003 (la primera edición de los SEA Games organizada por Vietnam), nos quedábamos en la villa deportiva, pero ahora todos se hospedan en hoteles de cuatro o cinco estrellas. ¡Es un gran cambio!”.
Además de ocuparse del hospedaje y las condiciones de competencia, Vietnam organizó programas turísticos para las delegaciones deportivas, como un recorrido en autobús de dos pisos por Hanoi, una visita al pueblo alfarero de Bat Trang, un tour nocturno por la ciudadela imperial de Thang Long, un viaje al templo Hung, el disfrute del canto Xoan en el templo Hung Lo (Phu Tho) y un crucero por la bahía de Ha Long. Las experiencias han dejado magníficas impresiones de un Vietnam pacífico, hermoso, desarrollado y hospitalario en los corazones de los atletas y turistas extranjeros, así como en los medios de comunicación internacionales.
Los hanoyenses festejan las victorias del equipo masculino de fútbol sub-23 y la selección femenina de fútbol de Vietnam en los SEA Games 31.
Al comentar sobre los esfuerzos del país anfitrión en la organización del evento, el presidente de la Asamblea Nacional de Singapur y titular del Comité Olímpico Nacional de esa nación, Tan Chuan-Jin, quien asistió a la ceremonia de apertura y los partidos de los SEA Games 31, elogió el encuentro deportivo: “Es muy difícil organizar un gran evento como los SEA Games en medio de los efectos persistentes de la Covid-19, sin mencionar muchos otros desafíos. Para poder lograr tal hazaña, Vietnam ha demostrado su capacidad de primer nivel. He hablado con los atletas y el personal de la delegación de Singapur y todos están agradecidos y satisfechos con el país patrocinador, y especialmente por la cálida y amistosa bienvenida. Me encanta que Vietnam haya acogido y organizado unos juegos tan exitosos para la región”.
Además de las labores organizativas, la calidez y la profesionalidad de la nación anfitriona, el desempeño competitivo es otro factor decisivo para el éxito general de una cita de este tipo. Al identificar los SEA Games como un escenario para que los países del sudeste asiático perfeccionen sus habilidades con miras a certámenes más grandes, como ASIAD y los Juegos Olímpicos, Vietnam abogó por organizar un torneo justo, competitivo y amistoso. En los SEA Games 31 se aprovechó la tecnología innovadora en el arbitraje y otros trabajos de monitoreo. En particular, la abolición del antiguo precedente de elegir deportes favorecedores de las fortalezas del anfitrión, en lugar de abogar por disciplinas similares a los Juegos Olímpicos para crear una competencia justa y honesta, y también promover el rendimiento deportivo regional en general.
Se puede decir que los SEA Games 31 fueron un intenso torneo con demostraciones de nivel mundial, por ejemplo, la competencia entre el gimnasta Dinh Phuong Thanh, de Vietnam, ganador de la medalla de bronce en ASIAD 2014, y el filipino Carlos Yulo, campeón mundial de 2019, en la categoría de barras paralelas, en la que el primero alcanzó el oro en una batalla impresionante. Los SEA Games 31 también fueron testigos de muchos récords para esa cita. Entre ellos, Ernest John Obiena (Filipinas), salto con pértiga; Puripol Boonson (Tailandia), carrera de 200 metros masculino; Nguyen Thi Oanh (Vietnam), 3 000 metros con vallas; Quah Jing Wen (Singapur), natación de 200 metros femenino; Pham Thanh Bao (Vietnam), natación de 100 metros braza masculino; Teong Tzen Wei (Singapur), 50 metros mariposa masculino, Tran Hung Nguyen (Vietnam), 400 metros combinado masculino; Nguyen Huy Hoang (Vietnam), 400 metros estilo libre, y Lo Thi Hoang (Vietnam), lanzamiento de jabalina.
Los SEA Games 31 terminaron, sin embargo, sus ecos aún perduran. Junto a los logros deportivos, Vietnam ha dejado hermosas impresiones en los corazones de amigos extranjeros sobre un país que ama a los deportes y que es hospitalario, una nación que es segura, dinámica, desarrollada y con la capacidad de superar las dificultades de una pandemia para organizar con éxito y seguridad la principal convocatoria deportiva del área. También muestra que Vietnam está listo para albergar certámenes internacionales más grandes, además de estar completamente abierto a los turistas de otros países./.
- Por: Tat Sơn
- Fotos: VNP, VNA
- Diseñado por: Trang Nhung