Lo Lo Chai Y Quynh Son, mejores aldeas turísticas del mundo 2025
El 17 de octubre de 2025, en Huzhou (China), la Organización Mundial del Turismo de las Naciones Unidas (UN Tourism) anunció el reconocimiento de dos aldeas vietnamitas, Lo Lo Chai (provincia de Tuyen Quang) y Quynh Son (provincia de Lang Son), como Mejores Aldeas Turísticas del Mundo 2025. El galardón no solo enorgullece a las comunidades locales, sino que también representa un reconocimiento internacional a los esfuerzos de Vietnam en la preservación cultural y el desarrollo turístico sostenible. Aunque separadas geográficamente, ambas aldeas comparten un mismo espíritu: conservar de forma íntegra la arquitectura, las costumbres y los medios de vida tradicionales, convirtiéndose en “joyas verdes” que conquistan a viajeros de todo el mundo.

A los pies de la histórica asta de la bandera de Lung Cu, en el extremo norte del país, la aldea cultural y turística de Lo Lo Chai, perteneciente a la provincia de Tuyen Quang, aparece como un paisaje sacado de un cuento de hadas entre montañas de piedra. Con más de 120 hogares, en su mayoría de la etnia lo lo, el pueblo se ha convertido en un símbolo de resistencia y de orgullo por mantener viva su identidad cultural en un entorno natural tanto imponente como desafiante.
El rasgo más distintivo de la localidad son sus casas “trinh tuong”, construidas artesanalmente con muros gruesos de tierra compactada y arcilla. Las viviendas, con sus techos de tejas yin-yang y cercas de piedra cuidadosamente apiladas, no solo protegen del frío y del calor, sino que crean un paisaje arquitectónico singular, sobrio y armónico.
Durante nuestra visita, el jefe del poblado, Sinh Di Gai, nos compartió con orgullo: “Esta casa trinh tuong no es solo un alojamiento, es la memoria de generaciones. Nuestros antepasados pusieron alma en su construcción. Ahora que hacemos turismo, tratamos de conservar su esencia. Los visitantes vienen no solo por el paisaje, sino para sentir el espíritu de la casa y de nuestra aldea”.
Los rituales y festivales ancestrales, como la ceremonia de purificación del pueblo, el culto a los antepasados, el festival de la danza del árbol o los ritos de petición de lluvia, siguen celebrándose con gran solemnidad. En esos días, el sonido de los tambores y de los khen (un tipo de flauta de bambú) resuena por la montaña, mientras los bailes típicos impregnan el ambiente de un espíritu vibrante y sagrado.
Diu Thi Huong, joven emprendedora lo lo que dirige un homestay (alojamiento familiar), sonríe cuando cuenta: “Antes vivíamos con muchas dificultades. Desde que llegó el turismo, todo ha cambiado. Restauramos las casas antiguas para recibir a los visitantes, enseñamos a hacer tortas, a bordar, a bailar. Obtenemos ingresos, pero lo más valioso es que aprendimos a valorar nuestra cultura y a protegerla para nuestros hijos”.
El turismo comunitario en Lo Lo Chai y Quynh Son pone a sus habitantes en el centro. Los pobladores participan directamente en los servicios de alojamiento, gastronomía y experiencias culturales. Gracias a ello, los beneficios económicos se distribuyen de manera equitativa y se genera una mayor motivación para preservar la identidad cultural.

Dejando atrás Lo Lo Chai, el camino nos lleva a Quynh Son, en la comuna de Bac Son, provincia de Lang Son.
Ubicada en el núcleo del Geoparque Global de la Unesco y dentro de la zona especial de reliquias del levantamiento de Bac Son, la aldea seduce por su serenidad: arrozales verdes, montanas de piedra caliza y una cultura tay profundamente arraigada.
Lo primero que cautiva al visitante son las casas tradicionales sobre pilotes. Completamente construidas en madera, con techos de tejas yin-yang o palma, estas viviendas armonizan con el paisaje y suelen orientarse hacia el valle para aprovechar la luz natural y la brisa fresca.
Duong Cong Luong, habitante tay que ha vivido toda su vida en un palafito, explica: “Estas casas son el alma de nuestra gente. Abajo trabajamos y compartimos. Arriba descansamos. Ese olor a madera y humo es el olor de nuestro hogar, de nuestras raíces. No queremos cambiarlo, queremos conservarlo para que nuestros hijos conozcan de donde venimos”.
El alma tay tambien vive en su arte. El canto then y el laúd tinh, declarados por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, llenan las noches de melodias delicadas que narran historias de amor, de trabajo y de esperanza.
Las danzas tradicionales, las fiestas de primavera y especialmente el festival Long Tong (Hacia el campo de labranza) siguen siendo parte esencial del calendario cultural, reflejando la unidad y el deseo de prosperidad.
Duong Thi Du, integrante de la cooperativa turística de la zona, nos cuenta: “Quynh Son ha cambiado mucho. Los visitantes vienen no solo a ver, también a vivir como nosotros. Les enseñamos a sembrar, a moler arroz, a destilar licor de maíz, a hacer pasteles. Y, sobre todo, les enseñamos a respetar nuestra cultura. Este título mundial es una motivacion enorme para seguir avanzando”.
Lo Lo Chai y Quynh Son, pequeñas en tamaño pero inmensas en valor cultural, histórico y natural, han superado a cientos de candidaturas de 65 países para convertirse en Mejores Aldeas Turísticas del Mundo 2025. Este reconocimiento no solo confirma el atractivo único de ambas localidades, sino que además destaca los esfuerzos incansables de las comunidades étnicas vietnamitas por conservar su patrimonio, promover un turismo sostenible y mejorar su calidad de vida./.
Por VNP/Thong Thien - Fotos: Hoang Ha, Viet Cuong, Thong Thien, Doan Tan y archivos























