Espíritu indomable del arte marcial Nhat Nam

Espíritu indomable del arte marcial Nhat Nam

En el fluir ininterrumpido de la historia de vietnam, entre las vicisitudes del tiempo y las prolongadas guerras de defensa nacional, ha perdurado silenciosamente una tradición marcial forjada a lo largo de generaciones. Se trata del arte marcial Nhat Nam, cuyo nombre representa la “pureza unificada del pueblo vietnamita”. Mucho más que una técnica de combate, es una leyenda viva, una filosofía de vida, un patrimonio cultural inmaterial que hoy se proyecta al mundo.

La historia del Nhat Nam se remonta al antiguo arte del “vo Het” o “vo Hec”, originario de las regiones de Chau Hoan y Chau Ai (actuales provincias de Thanh Hoa y Nghe An). Este estilo se caracterizaba por los gritos vigorosos que acompañaban cada golpe, destinados tanto a intimidar al adversario como a regular la respiración. A lo largo de milenios, se transmitió discretamente de forma familiar, preservando su esencia vietnamita sin mezcla alguna de influencias extranjeras.

El maestro Ngo Xuan Binh es autor de numerosas investigaciones, libros sobre artes marciales, filosofía y cultura, contribuyendo a enriquecer el tesoro de conocimentos sobre Nhat Nam.

El 23 de octubre de 1983, el Nhat Nam se presentó oficialmente en Hanói, marcando una resurrección extraordinaria. El profesor, académico y maestro de artes marciales Ngo Xuan Binh reunió diversas vertientes y le dio el nombre de Nhat Nam, afirmando su carácter puramente vietnamita.

El Nhat Nam se distingue por su principio estratégico de combate: esquivar, atacar con rapidez y golpear de forma precisa en puntos vitales. Esta táctica inteligente se adapta perfectamente al biotipo vietnamita, permitiéndole enfrentarse con eficacia a oponentes más grandes.

El Nhat Nam es reconocido por su amplio sistema de técnicas y formas, desarrollado sobre la base de una filosofía que armoniza suavidad y firmeza, con un enfoque práctico de combate real. Foto: Thanh Giang/VNP

Uno de los elementos más singulares es su espíritu de “nhai cong”, que consiste en imitar la esencia de los seres vivos y de la naturaleza. Así, de la fuerza de las bestias, la flexibilidad de las lianas y la agilidad de los simios, nacen técnicas refinadas. Por ejemplo, la “Tay va” se inspira en los movimientos de la serpiente pitón, mientras que la “Tay trao” emula las garras del gallo de pelea. Todo ello refleja una profunda integración con el universo natural.

El sistema técnico del Nhat Nam es vasto y completo, abarcando desde golpes y patadas (quyen cuoc) y el uso de armas tradicionales (binh khi) hasta prácticas internas y externas, incluyendo métodos de respiración y ejercicios de salud. Particularmente notable es su integración con la medicina tradicional vietnamita, utilizando el conocimiento de puntos de presión y remedios populares, tanto para el combate como para la sanación.

La filosofía de este arte marcial tradicional trasciende el mero combate. Lo considera como un camino de perfeccionamiento personal (dao tu than), donde el practicante busca alcanzar la serenidad del alma, la armonía con la naturaleza y el respeto por toda forma de vida. Tal visión sostiene el espíritu caballeresco vietnamita, impregnado de patriotismo, compasión y nobleza.

Combate de entrenamiento entre lanza y bastón ejecutado por discípulos del Nhat Nam.

Tras su presentación pública, el Nhat Nam no ha dejado de expandirse como un patrimonio cultural popular con miles de años de historia. 

En su tierra natal, Thanh Hoa, cuna del vo Het, se estableció la delegación del Nhat Nam bajo el liderazgo del maestro Tran Dung, quien ha contribuido decisivamente a la revitalización del estilo en esta región. Hoy en día, miles de maestros y discípulos en todo el país se sienten atraídos por su fuerza y profundidad filosófica.

El Nhat Nam no se limita a las academias marciales. También ha sido incorporado como actividad extracurricular en diversas escuelas de Thanh Hoa, como la primaria Hoang Quy, en consonancia con la orientación del Ministerio de Educación para promover las artes marciales tradicionales en el ámbito escolar. Los discípulos de esta manifestación participan regularmente en festivales y eventos culturales nacionales, contribuyendo así a la difusión y preservación de la identidad nacional. Es una apuesta estratégica para mantener viva su llama en el corazón de las nuevas generaciones.

Los discipulos de Nhat Nam dominan todo tipo de armas bajo la guía del maestro de artes marciales Ngo Xuan Binh.
Ejercicio de combate simulado con lanzas

Fuera de Vietnam, el nombre del Nhat Nam también resuena en los cinco continentes. Bajo el liderazgo del maestro Ngo Xuan Binh, actual presidente de la Federación de Artes Marciales Nhat Nam en Rusia y Europa, el estilo ha consolidado su presencia internacional. Se introdujo en Rusia en los años de 1990 y hoy se practica activamente en países como Ucrania, Lituania, Bielorrusia, Suiza y Reino Unido.

 Su expansión es testimonio del poder de atracción de un arte marcial auténticamente vietnamita, y orgullo del talento y la voluntad de este pueblo en el escenario global de las artes marciales.

El espíritu de respeto al maestro y veneración a los antecesores, una muestra del principio ético fundamental de la disciplina, está profundamente arraigado en los practicantes de este arte marcial. 
El maestro Ngo Xuan Binh es considerado el heredero y revelador la quintaesencia de Nhat Nam de generaciones anteriores, especialmente de sus tierras natales de Thanh Hoa y Nghe An.

Desde el grito ancestral de Chau Hoan y Chau Ai, pasando por siglos de transmisión secreta dentro de clanes familiares, hasta su gloriosa resurrección y difusión internacional, el Nhat Nam ha demostrado ser más que un arte marcial. Es un legado cultural inmaterial de incalculable valor, símbolo vívido de la inteligencia, el espíritu indomable y la profundidad cultural de Vietnam. Cada técnica, cada grito, cada filosofía encarna el alma nacional: orgullosa, mística y resiliente, contando una vez más la historia de un pueblo que convierte la adversidad en fortaleza, y que preserva su identidad única frente al paso del tiempo./. 

Por VNP/Thao Vy - Fotos: Tran Thanh Giang


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