Pinturas sobre vidrio de los khmer
Tener cuadros en casa para adoración o decoración es desde hace tiempo parte de la cultura khmer. A partir de esta necesidad, el oficio de la pintura sobre vidrio se ha desarrollado y convertido en una tradición de larga data.
Huynh Thi Soc Kha, una artesana de la provincia de Soc Trang que pinta sobre vidrio, comenta que las obras se inspiran en Buda, paisajes y pagodas, y los lugareños suelen comprarlas para poner en altares o simplemente para adornar sus hogares. La realización de estas piezas es un trabajo arduo que exige del artesano meticulosidad, paciencia, habilidad y esteticismo.
El artista dibuja directamente sobre una lámina de vidrio transparente, el tamaño del cuadro no tiene límite y los colores son ricos y vivos. A través de muchos años, este trabajo sigue realizándose totalmente a mano.
Para hacer una obra de este tipo, el creador debe dibujar primero la plantilla y luego ponerla a secar al sol. Los trazos y la primera capa de pintura se secan de esa manera, y luego se sigue dibujando para crear nuevas capas hasta que se termina la pieza. Lo que distingue a esta variante de las artes plásticas es que debe pintarse en el reverso de una placa de vidrio. Una de las dificultades del proceso radica en pintar el motivo al revés y después, ejecutar los detalles antes que el fondo; el espectador tiene que mirar la obra terminada por el lado sin pintar de la placa. Esto es lo que hace única a la pintura en vidrio de los khmer.
Como el proceso de secado es prolongado, el artesano debe pintar continuamente una vez que la capa anterior se haya secado. Si hay una interrupción, los trazos también se verán interrumpidos y los colores no serán uniformes. Una vez que la pintura está completamente seca, se adhieren a la parte posterior del cuadro conchas de nácar, pan de oro o papel dorado para que la obra sea aún más radiante. Finalmente, se aplica una capa de barniz para proteger la pintura y se coloca en un marco de madera para completar el producto.
Entre los temas pictóricos que los khmer utilizan para colgar en sus casas, las pinturas de Buda son 5 6 7 las más difíciles de realizar. Se necesitan creadores experimentados para poder reflejar el alma en sus ojos y su sonrisa.
Aunque las condiciones de vida, la arquitectura de las viviendas y las necesidades del pueblo khmer han cambiado mucho, la pintura sobre vidrio no solo es un oficio tradicional, sino también un rasgo cultural característico, por lo que los artesanos están abriendo gradualmente clases para enseñar el oficio a los jóvenes con la esperanza de preservar y promover esta manifestación cultural ancestral de la nación./.
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- Bài: Ngân Hà/ Báo ảnh Việt Nam
- Ảnh: Việt Cường/ Báo ảnh Việt Nam