Madame Binh: la entereza de Vietnam en la escena internacional
En el fluir vibrante de la historia moderna de Vietnam, Nguyen Thi Binh, exvicepresidenta del país, se destaca como una de las figuras más emblemáticas, una diplomática excepcional y un símbolo del intelecto, la valentía y la dignidad de la mujer vietnamita en la escena internacional.
Nguyen Thi Binh, cuyo nombre original es Nguyen Thi Chau Sa, nació el 26 de mayo de 1927 en la provincia de Quang Nam (actual ciudad de Da Nang). Creció en una familia con una arraigada tradición patriótica y es nieta del patriota y gran reformista de principios del siglo XX, Phan Chau Trinh. Muy joven, se impregnó de un profundo espíritu de independencia, pensamiento progresista e ideales de servicio a la patria.
Desde 1945, participó en el movimiento para la toma del poder en Saigón, se involucró activamente en actividades revolucionarias y llegó a ser miembro del Comité Ejecutivo de la Unión de Mujeres para la Salvación Nacional. En 1948, ingresó en el Partido Comunista de Vietnam. Su período de encarcelamiento por los colonialistas franceses en la prisión de Chi Hoa (1951-1953) fortaleció aún más su voluntad y carácter, forjándola como una luchadora revolucionaria indomable.
El secretario general del Partido Comunista de Vietnam, To Lam, entregó el título de Heroina del Trabajo a Nguyen Thi Binh, quien fuera miembro del Comité Central de la organización política, vicepresidenta del Estado y ministra de Relaciones Exteriores del Gobierno Revolucionario Provisional de la República de Vietnam del Sur, por sus grandes contribuciones a la causa revolucionaria. Foto: Pham Hai
La carrera diplomática de Nguyen Thi Binh está vinculada a una de las etapas más difíciles de la historia de la nación: la guerra de resistencia contra el imperialismo estadounidense. Tras la ofensiva general del Tet de 1968, y bajo la creciente presión de la opinión pública internacional, Estados Unidos se vio obligado a aceptar negociaciones con los representantes de Vietnam. En ese contexto, Nguyen Thi Binh fue designada jefa de la delegación del Frente de Liberación Nacional de Vietnam del Sur (1968) y del Gobierno Revolucionario Provisional de la República de Vietnam del Sur (1969-1973) en la Conferencia de París.
Al llegar a la capital francesa el 4 de noviembre de 1968, causó una fuerte impresión con su discurso de presentación de la solución de cinco puntos del Frente Nacional de Liberación de Vietnam del Sur. Su estilo directo, argumentos contundentes y actitud segura hicieron que la prensa occidental la elogiara sin reservas, otorgándole con respeto el apelativo de “Madame Binh”.
Durante casi cinco años de arduas negociaciones, fue la encarnación de la voz de la paz, defendiendo con firmeza la posición justa de la nación. Con valentía, flexibilidad y un hábil arte de negociación, contribuyó a crear la presión mundial que obligó a Estados Unidos a entablar conversaciones serias y a ceder paso a paso.
El 27 de enero de 1973, fue la única mujer entre los cuatro representantes que firmaron los Acuerdos de París, documento de gran trascendencia histórica que puso fin oficialmente a la guerra y restableció la paz en Vietnam. Su imagen en la ceremonia de firma se convirtió en símbolo no solo de la diplomacia nacional, sino también de la mujer vietnamita en la escena internacional.
Los medios de comunicación occidentales la denominaron “la belleza que baila entre lobos”, una metáfora que elogia la suavidad unida a la firmeza, la delicadeza junto a la determinación. En ella confluyen el pensamiento estratégico agudo, la serenidad en la gestión de situaciones y una capacidad persuasiva excepcional, cualidades que definen a una destacada diplomática.
Tras el éxito en la Conferencia de París, Nguyen Thi Binh continuó asumiendo importantes responsabilidades: ministra de Educación, subjefa de la Comisión de Asuntos Exteriores del Comité Central del Partido y jefa del Comité de Relaciones Exteriores de la Asamblea Nacional, especialmente como vicepresidenta de la República Socialista de Vietnam durante el período 1992-2002.
Incluso después de su jubilación, siguió contribuyendo mediante actividades de diplomacia popular. Desde 2003 hasta la actualidad, ha sido presidenta del Fondo para la Paz y el Desarrollo de Vietnam, promoviendo activamente acciones humanitarias, educativas y de diálogo por la paz, y continuando su misión de conectar a Vietnam con sus amigos internacionales mediante una diplomacia flexible, constante y eficaz.
Nguyen Thi Binh no fue solo una estadista, sino un capítulo especial en la historia moderna de Vietnam. Su vida y carrera representan la perfecta combinación de voluntad revolucionaria y espíritu nacional, pensamiento estratégico y profunda humanidad. En ella se refleja la imagen de una diplomacia vietnamita firme pero flexible, decidida pero humanista. Es un vivo ejemplo de patriotismo, inteligencia y del papel de la mujer en la construcción y defensa de la nación a lo largo de más de 80 años./.
Por: VNP/Thao Vy - Fotos: Pham Hai, Cong Dat y Archivos