Festival Ba Chua Xu en el monte Sam: patrimonio espiritual del sur de Vietnam

Festival Ba Chua Xu en el monte Sam: patrimonio espiritual del sur de Vietnam

Cada año, hacia finales del cuarto mes lunar, miles de devotos de la provincia de An Giang, del delta del Mekong y de todo el país, se congregan en la montaña Sam, ubicada en el barrio vinh Te, para rendir culto a Ba Chua Xu (Santa Madre del Reino), en una de las festividades populares más singulares de vietnam, reconocida por la Unesco en 2024 como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

El festival Ba Chua Xu de la montaña Sam tiene siglos de historia y encarna la identidad cultural de los pueblos ribereños del sur de Vietnam. Según los registros del comité administrativo de santuarios de la montaña Sam, hace unos 200 años una estatua sagrada de la Santa Madre se encontraba en la cima de la elevación. Un día, un grupo de bandidos fronterizos intentó profanar el lugar y se propuso robar la estatua. Lograron bajarla una corta distancia, pero pronto les fue imposible moverla: la figura se volvió inexplicablemente pesada. En su furia, uno de ellos la golpeó, rompiéndole el brazo izquierdo.

El templo, en el monte Sam, es un destino turistico emblematico de la provincia de An Giang. Foto: Nguyen Luan/VNP

El castigo llegó de inmediato. De acuerdo con la leyenda, el agresor sufrió una represalia divina. Desde entonces, el espíritu de la Santa Madre se manifestó en sueños, proclamándose como Santa Madre del Reino, instruyendo a la población sobre cómo construirle un santuario para que pudiera proteger la región, asegurar buenas cosechas, paz social y salud para todos. Convencidos por la fuerza de su espiritualidad, los habitantes decidieron instalar la estatua al pie de la montaña para su veneración.

Numerosas leyendas posteriores alimentaron el halo místico de esta divinidad protectora, venerada como una madre espiritual de la región, con una presencia milagrosa difícil de explicar.

El festival Ba Chua Xu cuenta con múltiples rituales importantes y singulares, entre los que destaca la ceremonia de recreación del descenso de la imagen de la diosa desde la cima de la elevación hasta el santuario.


Nueve doncellas participan en la procesión. Foto: Nguyen Luan/VNP

La procesión se realiza en un ambiente solemne, pero también lleno de júbilo, acompañado por tambores, címbalos y decenas de grupos de danza del león, dragón y qilin apostados a lo largo del recorrido para recibir a la deidad con fervor y respeto.

Otro rito esencial es el baño de la imagen, conocido como Moc Duc, que se celebra en la madrugada siguiente a la procesión. El acto incluye la preparación del agua ritual, el baño simbólico de la imagen sagrada y el cambio de vestimenta y tocado, llevado a cabo con gran discreción y solemnidad.

Preparación de la vestimenta para el ritual del baño sagrado de la diosa. Foto: Thong Hai/VNP

Además de los rituales litúrgicos, la parte festiva del evento es animada y colorida, con actividades deportivas, juegos tradicionales, y espectáculos de artes escénicas de las comunidades étnicas locales. Todo ello refleja la riqueza cultural y el espíritu de unidad entre los cuatro pueblos hermanos: kinh, cham, hoa y khmer de la provincia de An Giang.

Thai Cong No, miembro del comité administrativo de santuarios de la montaña Sam, señaló que para los habitantes de Chau Doc, Ba Chua Xu es una santa en el culto a la diosa madre, que protege y guía a su pueblo. Participar en el festival es una expresión de fe y esperanza en salud, paz y prosperidad. Al mismo tiempo, el evento fortalece los lazos comunitarios, fomenta la solidaridad y ayuda mutua frente a las dificultades de la vida cotidiana.

Durante la ceremonia de reconocimiento de la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en marzo de 2025, el viceprimer ministro Mai Van Chinh subrayó que este título no solo representa un orgullo para el Partido, las autoridades y el pueblo de An Giang, sino también para todo el sur de Vietnam y el país en su conjunto.

Grupos de danzas del dragon, el leon y el quilin se congregan en An Giang para animar la parte festiva del evento. Foto: Nguyen Luan/VNP
Además de las ceremonias religiosas, el festival incluye numerosas acciones culturales y recreativas. Foto: Nguyen Luan/VNP

Según el directivo, tras más de 200 años de historia, el culto a Ba Chua Xu se ha convertido en un pilar espiritual para millones de vietnamitas, no solo en el sur, sino en todo el país. El festival expresa la devoción hacia una figura sagrada considerada la “madre suprema” de esta región, y constituye un símbolo vivo del culto a la madre en Vietnam, y un componente fundamental de la identidad cultural nacional.

El culto a Ba Chua Xu constituye una parte esencial de la vida cultural y espiritual del pueblo del sur de Vietnam. En la mayoría de las aldeas del delta del Mekong, es común encontrar santuarios dedicados a Ba Chua Xu, incluso dentro de los terrenos de templos y pagodas, junto a los altares de Ngu Hanh (los cinco elementos) y Tho Dia (el genio de la tierra). Ba Chua Xu es venerada como la madre de la región, considerada una deidad protectora que vela por el bienestar de la comunidad.

Ofrendas preparadas con esmero por los creyentes. Foto: Nguyen Luan/VNP

Entre los lugares más conocidos, destaca el santuario Ba Chua Xu Bau Muop, uno de los destinos turísticos más célebres de la provincia de An Giang, casi tan venerado como el santuario en el monte Sam. Situado en el barrio de Thoi Son, atrae a numerosos fieles y visitantes por su fuerte espiritualidad y por su entorno natural encantador.

Multitud de pobladores y turistas participan en la festividad central. Foto: Nguyen Luan/VNP

Según relatos locales, Ba Chua Xu Bau Muop fue una de las doce discípulas del maestro budista Tay An. Su vida está rodeada de misterio, ya que rara vez se dejaba ver en público, por lo que pocos conocían su existencia. Solo después de su muerte, se empezó a hablar de ella, gracias a los testimonios de personas que afirmaban haber recibido su ayuda milagrosa en momentos difíciles. Estas personas, conmovidas por su protección, decidieron rendirle homenaje y construir el santuario con sus propios esfuerzos y recursos.

Tanto habitantes locales como turistas de lugares lejanos visitan el santuario para pedir salud, protección y buena fortuna.

Los habitantes locales creen que Ba Chua Xu Ma Chau es una divinidad protectora del territorio. Foto: Nguyen Luan/VNP

Al igual que en Chau Doc, el culto a Ba Chua Xu se extiende también a la isla Hon Son, donde se encuentra el santuario Ba Chua Xu Ma Chau, ubicado en Bai Nha A, en la comuna de Lai Son, parte del distrito especial de Kien Hai. El templo mira hacia el mar, como símbolo de vigilancia y protección para los pescadores cada vez que zarpan. La estructura de la edificación es armoniosa y serena, el altar principal está decorado con gran esmero y solemnidad, reflejo de la profunda devoción de la población isleña.

Para los residentes de Hon Son, la divinidad es también una protectora del mar, capaz de asistir a los pescadores en los momentos más peligrosos de sus faenas en alta mar.

Danza tradicional en honor a la diosa. Foto: Nguyen Luan/VNP

Cada año, el santuario celebra su fiesta, del 8 al 10 del noveno mes lunar. Durante esos días, la administración del templo invita a una compañía teatral de Ciudad Ho Chi Minh para presentar espectáculos culturales en honor a la diosa. Habitantes del continente también llevan productos y mercancías a la isla, creando una atmósfera animada y festiva.

El santuario Ba Chua Xu Ma Chau en Hon Son no solo representa un espacio espiritual indispensable para los habitantes de la isla, sino que también se ha convertido en un destino turístico religioso de gran atracción para fieles de todo el país.

Los fieles sueltan pequeños barcos al mar como ofrenda a Ba Chua Xu Ma Chau, rezando por seguridad en sus travesías marítimas. Foto: Nguyen Luan/VNP
Ba Chua Xu ocupa un lugar profundamente significativo en la vida espiritual de los habitantes del delta suroeste, y del sur de Vietnam en general. El culto a esta deidad femenina no solo responde a una tradición cultural ancestral, sino que también actúa como guía moral, fomentando la práctica del bien y la compasión, promoviendo la caridad social y fortaleciendo la fe en la vida.

Con la reciente inscripción del Festival Ba Chua Xu del monte Sam como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, Vietnam celebra el reconocimiento internacional de una de sus expresiones culturales más auténticas y asume el compromiso de conservar, promover y compartir con el mundo los valores espirituales, históricos y sociales que encarna esta creencia popular única del pueblo del sur
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Por VNP/Thong Hai - Fotos: Nguyen Luan, Thong Hai & Archivos


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