Cuando la cuarta ola de Covid-19 golpeó a principios de mayo, Bac Giang y Bac Ninh fueron los dos epicentros, con más de 5 000 casos. Casi un mes después, cerca de 3 000 médicos y enfermeras de diferentes provincias habían acudido a estos dos puntos críticos para unir fuerzas con las autoridades sanitarias locales en la lucha contra la pandemia. Actuando sin esperar órdenes oficiales, estos combatientes voluntarios siguieron su corazón y conciencia profesional.
“No volver a casa hasta que la lucha termine”
Nacido en 1993, Dang Minh Hieu es un joven médico que vive a 1 700 kilómetros de Bac Ninh y Bac Giang. La imagen de él con el pelo cortado por colegas del Hospital Universitario de Medicina y Farmacia en Ciudad Ho Chi Minh antes de partir hacia Bac Giang se ha vuelto viral en las redes sociales y ha conmovido a muchos corazones. Junto con más de 200 médicos y enfermeras del hospital que se habían ofrecido como voluntarios para ir al epicentro de la Covid-19, Dang Minh Hieu partió con el espíritu de “no volver a casa hasta que la lucha termine”.
Además de los 2 743 médicos que trabajan en los puntos críticos de Bac Ninh y Bac Giang, actualmente hay 26 768 trabajadores de la salud, expertos y estudiantes de medicina dispuestos a ser voluntarios en los centros pandémicos. |
Por esa misma época, en la remota provincia montañosa de Yen Bai, el 25 de mayo, el doctor Hoang Viet Tiep (26 años) fue informado de su viaje a Bac Giang solo una hora antes. Sin tiempo suficiente para informar a su familia, el médico más joven del grupo de voluntarios de Bac Giang partió sin dudarlo.
Esta campaña “Siguiendo tu corazón”, del sector médico, está llena de historias conmovedoras. Nguyen Van Tuyen, enfermero jefe del Hospital 19 de agosto (Ministerio de Seguridad Pública), y su hijo participaron en la campaña en Bac Giang y Bac Ninh, mientras que su hija Nguyen Thanh Huyen, estudiante de último año en la Facultad de Medicina de Hanoi, se ofreció como voluntaria en Bac Ninh. Se conoce la historia de una niña de 20 meses que lloraba cuando vio a su madre, Nguyen Thi Hanh (1993), en la televisión. Hanh es médica del Hospital Militar 103 (Hanoi), asignada para apoyar a Bac Giang cuando aún no había destetado a su bebé.
Dang Minh Hieu, un joven médico del Hospital de Medicina y Farmacia de la Universidad de Ciudad Ho Chi Minh, se corta el pelo antes de partir hacia Bac Giang.
Foto: VNA
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El sincero mensaje de “Tener un bebé puede esperar, pero luchar contra la pandemia no”, de la pareja de Mai Anh (1994) y Xuan Diep (1991), médicos del Hospital Vietnam-Suecia Uong Bi (Quang Ninh) antes de ir a Bac Giang con otros 200 galenos y personal sanitario de Quang Ninh causó sensación en todo el país. Manteniendo la fe en el lema de “Luchar contra la pandemia es como luchar contra el enemigo”, esta joven pareja de médicos no quería ni pensar en descansar.
Durante casi dos meses, los medios informaron constantemente sobre los viajes de asistencia sanitaria a los puntos críticos de la pandemia. Esa urgencia sentida probablemente impulsó a Nguyen Van Trang, de 78 años, un médico jubilado del distrito de Thanh Chuong (Nghe An), a escribir una carta pidiendo ser voluntario en la primera línea de la Covid-19. “Pon tu mano sobre tu corazón y escúchalo. Mi corazón me dice que viva con responsabilidad, con amor, y que nunca sea indiferente ante ninguna desgracia. Ve al centro de la pandemia, haz cosas amables”, escribió Trang en su misiva, en la que claramente decía que estaba listo para ir a Bac Giang, Bac Ninh o cualquier lugar necesario en la lucha contra la Covid-19.
Estas son solo algunas historias entre los más de 5 000 miembros del personal médico que se ofrecieron como voluntarios para luchar contra la pandemia en primera línea. Todos dijeron que estaban muy orgullosos de lucir sus batas blancas, cumpliendo la misión de médico escrito en el Juramento Hipocrático que todo estudiante de medicina tiene firmemente en la mente.
“Cada campo de batalla es arduo, cada batalla tiene pérdidas y sacrificios; todos ustedes son realmente soldados con batas blancas que están comprometidos con llevar a cabo una noble misión enseñada por nuestro querido tío Ho: 'Los médicos deben ser como las madres,... amar y cuidar a los enfermos como si fueran sus propios hermanos y hermanas, considerando su sufrimiento como dolor propio '”.
Primer Ministro Pham Minh Chinh
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El norte de Vietnam atravesaba sus días más calurosos en mayo y junio. En Bac Giang y Bac Ninh, el calor también provenía del constante aumento de casos de Covid-19 y de personas en aislamiento. La temperatura de 40 °C hizo que trabajar con trajes de protección ajustados fuera sofocante, pero con la fuerte determinación de la fuerza médica, los brotes se controlaron gradualmente y las personas infectadas fueron tratadas de inmediato.
Convertido en un rostro familiar en muchos puntos críticos de Covid-19, Tran Nhu Duong, subdirector del Instituto Nacional de Higiene y Epidemiología, también es el líder del equipo de investigación y vigilancia epidemiológica en Bac Giang. Durante todo un año, la cantidad de días que este experto podría estar con su familia se podía contar con una mano, pero creía que ir al frente era el deber de los trabajadores de la salud durante la pandemia. Al hablar de la presión que él y sus colegas estaban enfrentando en Bac Giang, describió esos días como estresantes debido a la enorme carga de trabajo. El equipo médico estaba en modo de trabajo con toda su fuerza para cada caso detectado.
Muestras para el pesquisaje de Covid-19 en el centro de pruebas de la Academia Médica Militar en Bac Giang. Foto: Archivo de la Academia Médica Militar
Médicos y enfermeras del hospital de campaña No.3 en la provincia de Bac Giang informan a los pacientes de los resultados de la prueba de Covid-19.
Foto: Giang Son Dong
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El 25 de mayo, cuando se registraron casi 400 casos de Covid-19 en Bac Giang, la presión laboral sobre el equipo alcanzó su punto máximo. Se daban órdenes continuamente, los teléfonos sonaban sin cesar, se enviaba personal para rastrear casos aquí y allá, tarea tras tarea seguían llegando. Los grupos de trabajo, las 24 horas del día, los siete días de la semana, siguieron pesquisando casos, zonificando puntos críticos y probando muestras.
Con lemas como “zonificación amplia, aislamiento estrecho”, “seguimiento rápido, muestreo rápido, pruebas rápidas y resultados tempranos”, se requiere que el muestreo y las pruebas se muevan más rápido que la tasa de infección. Con tales esfuerzos, Bac Ninh está entrando en una fase decisiva en la lucha contra la pandemia.
Rodeado por los sonidos de las máquinas que funcionan lentamente en el Centro para el Control de Enfermedades de Bac Giang, Truong Thi Tho, personal de la sala de PCR en tiempo real, comentó: “Durante los últimos días, solo pude hacer siestas cortas entre innumerables pruebas de muestra. Tenemos 28 médicos y técnicos trabajando aquí mientras que el número de muestras aumenta constantemente”.
Durante ese mismo tiempo, en el Departamento de Emergencia y Rehabilitación del Hospital General Bac Ninh, ahora separado como área de tratamiento para pacientes con Covid-19 con pronóstico severo, ocurrieron milagros mientras médicos y enfermeras se esforzaban por salvar vidas.
En una sentida carta, Hoang Thi Ngu (45 años, de Bac Ninh) agradeció al personal médico del hospital por sus esfuerzos para salvar la vida de su hijo: “Gracias a la determinación del equipo médico, mi hijo ha superado la guadaña de la muerte”.
Ngu relató la noche del 2 de junio, cuando recibió una llamada telefónica de un médico informándole que el estado de su hijo había empeorado y estaba en peligro de muerte. Recordó haber estallado en llanto instantáneamente, mientras escuchaba la consideración del médico: “No te preocupes, todos estamos luchando por salvarlo”. Ngu y el médico no se conocían, pero en ese momento, estaban conectados por un vínculo invisible y una confianza incondicional en esta ardua batalla.
Recientemente, la historia detrás de una foto viral ha conmovido a millones de personas. La imagen, tomada a través de una ventana, muestra a unos 30 médicos y enfermeras del Hospital de Medicina Tradicional de Bac Giang. Estaban alineados en dos filas, con la cabeza solemnemente inclinanda para despedirse del difunto padre de la enfermera Hoang Thi Vui. Falleció en casa, pero debido a sus deberes, Vui no pudo ir a su hogar a llorar a su progenitor. Ella, así como el personal médico en primera línea en Bac Giang y Bac Ninh, son todos brillantes ejemplos de coraje y sacrificio en la lucha contra la Covid-19./.
Por Phong Thu
Fotos: Giang Son Dong, Hoang Anh, VNA y archivos del Hospital de campaña No.2 en Bac Giang, Academia Médica Militar