En lo profundo de un pequeño callejón en la calle Nhat Tao (Hanói), el viejo Lai Phu Thach es el único heredero de la familia Lai que sigue trabajando diligente y meticulosamente en su pequeña mesa iluminada para producir giay sac phong (papel para los edictos emitidos por los reyes y señores del pasado), que una vez resonaron con el legado de sus antepasados.
En lo profundo de un pequeño callejón en la calle Nhat Tao (Hanói), el viejo Lai Phu Thach es el único heredero de la familia Lai que sigue trabajando diligente y meticulosamente en su pequeña mesa iluminada para producir giay sac phong (papel para los edictos emitidos por los reyes y señores del pasado), que una vez resonaron con el legado de sus antepasados.
Lai Phu Thach es el artesano de la 26ª generación de la familia Lai que aún conserva la fabricación de giay sac phong.
Como el heredero de la 26ª generación de los Lai, Lai Phu Thach relató que los especiales papeles de su familia tienen una historia de más de 600 años. Este papel real ha sido fabricado por las hábiles manos de esos artesanos en la antigua aldea de Co Am, ahora conocida como Trung Nha, distrito de Cau Giay, Hanói. Los folios, con típicos colores y patrones, eran utilizados por los reyes y señores para emitir decretos dirigidos a los funcionarios y militares de la corte. Lai Phu Thach contó que, de joven, solía sentarse con su abuelo y aprendió a hacer giay sac phong. Sin embargo, durante la guerra, el oficio familiar se interrumpió, y no fue hasta que cumplió 60 años que comenzó a restaurarlo, a petición de los ancianos de la familia. Recordando los pasos y la fórmula que le enseñó su abuelo, y después de muchos intentos, logró reproducir el material con la misma calidad y perfección que lograban sus antepasados.
El artesano y sus familiares intentan preservar la artesanía que dejaron sus antepasados.
La confección de giay sac phong estándar conlleva muchas etapas, y secar el papel tres veces para garantizar que sea duradero y esté libre de termitas.
Según el artesano, para hacer giay sac phong primero se debe hacer papel do. Para su mejor calidad, la corteza del árbol do (Rhamnoneuron balansae) se separa y se remoja en agua de cal diluida, se cuece en baño de María y se machaca hasta que quede suave como barro, y luego se convierte en papel. Después se le aplica pegamento para que la hoja tenga más de un metro de largo, se seca, se vuelve a aplicar pegamento para protegerlo de las termitas y se seca de nuevo. A continuación, se tiñe con flores de hoe (Styphnolobium japonicum (L.) Schott), y se vuelve a secar para la etapa de “nghe”, que implica golpear el papel con un mazo hasta que sea resistente, suave y no áspero, tras lo cual se dibuja sobre él.
Los antiguos giay sac phong se conservan en la sala del altar ancestral de la familia Lai.
Dibujar en el giay sac phong es un método familiar secreto. Phu Thạch siempre utiliza una tinta especial, con propiedades adhesivas. Al respecto, recordó que los antepasados dibujaban con oro y plata, y solían hacerlo tres personas: un dibujante principal y dos a los lados, pero ahora lo hace él solo. El artesano hace hojas doradas y dibuja motivos como los cuatro animales auspiciosos, mientras que el contenido de cada folio se basa en las peticiones de los reyes y señores de cada época. A pesar de las dificultades y el esfuerzo para preservar el oficio familiar, en la economía de mercado actual, el giay sac phong se utiliza cada vez menos, y los clientes de Lai Phu Thạch se pueden contar con los dedos de una mano. Sus clientes principales son los comités de gestión de templos y pagodas, que tienen documentos reales dañados y le piden que los restaure.
Lai Phu Thi, un miembro de la familia, dijo: “Muchas personas han venido a conocer este oficio y estamos muy contentos. Phu Thạch es el único que lo sigue practicando. Lo lamentable es que actualmente no hay descendientes en la familia que continúen preservando la profesión”. Nuestra conversación con Phu Thạch terminó después del mediodía, y en cada palabra y mirada del viejo artesano se podía sentir su preocupación y ansiedad por no contar con nadie que continúe el oficio./. Por VNP/Ngan Ha Fotos: Khanh Long