Durante mucho tiempo, el pueblo Mong en la meseta kárstica de Dong Van, provincia de Ha Giang, ha preservado una técnica de fundir un tipo especial de arado adecuado a la tierra rocosa.
Por su gran valor natural, la meseta fue reconocida oficialmente como un parque geológico mundial por la Red de Parques Geológicos de la UNESCO (GGN, por sus siglas en inglés) en 2010. Es el único certificado de este tipo en Vietnam y el segundo en el sudeste de Asia.
Con los años, la meseta se convirtió en hogar de grupos étnicos, principalmente de los Mong, quienes sobreviven de la agricultura en las parcelas dispersas en las montañas rocosas.

Preparando arcilla para hacer el molde.

Mezcla de polvo de roca y carbón de roble para recubrir el molde de fundición.

Alisando el molde con una mezcla de carbón de roble y polvo de roca.

El molde se compone de dos piezas de arcilla mezclada con polvo de carbón, y se coloca sobre un soporte de madera.

Ensamblaje de dos piezas del molde de fundición utilizando una capa de arcilla.

Para fundir un arado se requiere alrededor de 7 kg de arrabio.

Vertiendo hierro fundido en el molde.

Después de tres minutos, se puede sacar el arado del molde.

Un poblador Mong enciende el horno.

En el mercado, cada arado se vende en 350 000 dongs. |
La imagen de la elevación es la de un área montañosa inmensa, escarpada y rocosa, con una capa fina de tierra mezclada con roca entre los arroyos de montaña, por lo que es muy difícil de cultivar. No pueden usar los arados corrientes que se utilizan en los llanos, porque las rocas los dañan.
Para hacer frente a esta dificultad, la población de la meseta ha construido un tipo especial de arado adecuado a la tierra rocosa. Durante nuestra estancia en la aldea de Sung La (comuna de Sung La, distrito de Dong Van), descubrimos que la técnica de fundición de estos arados se conserva en la familia Mua.

Gracias al arado especial, los Mong pueden cultivar en la meseta kárstica de Dong Van. |
El secreto y la experiencia en la fundición de los arados firmes y duraderos se transmiten de generación en generación. A primera vista, la técnica de la familia Mua no es especial, pero de hecho, consta de muchos secretos interesantes. Por ejemplo, además del material principal de hierro fundido, se suman otros materiales como polvo de roca y carbón de leña de los árboles de roble. El carbón para la cocción en el horno es también de roble. Después de la terminación, los arados se mantienen en las cenizas en lugar de agua como el método tradicional. Gracias a estas técnicas, el pueblo étnico Mong ha creado sus propios arados, que lo ayudan labrar en el terreno rocoso. A pesar de las duras condiciones, se ven en la meseta verdes campos de maíz y arroz, con la promesa de traer a la población local en la frontera del país una buena vida.
Por Viet Cuong