Como una de las festividades tradicionales más importantes, el Festival del Agua en algunos países del sudeste asiático se ha convertido en un destino turístico muy popular para viajeros internacionales. Esto se debe a que la celebración tiene un carácter comunitario amplio, donde todos participan en bailes y cantos, salpican agua y disfrutan de alegría infinita en un fresco ambiente, deseando buena suerte para el año nuevo.
Como una de las festividades tradicionales más importantes, el Festival del Agua en algunos países del sudeste asiático se ha convertido en un destino turístico muy popular para viajeros internacionales. Esto se debe a que la celebración tiene un carácter comunitario amplio, donde todos participan en bailes y cantos, salpican agua y disfrutan de alegría infinita en un fresco ambiente, deseando buena suerte para el año nuevo.
Cada año, a mediados de abril, se celebra el Festival del Agua en varias naciones del sudeste asiático. A pesar de llevar nombres diferentes en cada país, como Bunpimay en Laos, Chol Chnam Thmay en Camboya y Vietnam, Songkran en Tailandia y Thingyan en Myanmar, la festividad comparte una forma similar de celebración.
Después de las ceremonias religiosas en los templos y pagodas, la gente sale a las calles con baldes, palanganas, mangueras o pistolas de agua para mojarse entre sí. Luego, también rocían agua a las casas, altares, animales de cría e instrumentos de producción.
En estos días, en la capital Vientián (Laos), las calles parecen llevar un “vestido nuevo” de color dorado y en ellas relucen las flores dokkhoun, que anuncian la llegada del año nuevo en la “tierra del millón de elefantes”. Los recintos de los templos se decoran con coloridas banderas y flores. Las estatuas de Buda son sacadas por los monjes y colocadas en el patio para que los peregrinos y los turistas realicen la ceremonia de su baño. El ritual, según estas creencias, traerá frescura y prosperidad a todos los seres vivos, y, además, es una forma de mostrar respeto y fe hacia Buda, ayudando a las personas a dirigirse hacia el bien.
Los residentes de Laos realizan la ceremonia del baño de Buda. FOTO: VNA Tanto los étnicos khmer en Laos como los laosianos en Vietnam celebran el Tet (Fiesta del Año Nuevo Lunar) en un ambiente alegre, siempre orientados hacia sus raíces y preservando muchos rasgos culturales únicos. Esto incluye el atarse hilos de colores en la muñeca para conseguir paz y buena suerte. También hay muchas otras actividades como la liberación de peces, aves y tortugas; la procesión de Sangkhane (Diosa de la Primavera); carreras de botes...
El pueblo de la “tierra de las pagodas” celebra su tradicional Año Nuevo Choul Chnam Thmey de manera pacífica y alegre, a pesar de las condiciones climáticas calurosas y severas. Las calles de Phnom Penh se decoran bellamente, pero se aprecian menos concurridas de lo habitual, ya que los habitantes de la capital regresan a sus pueblos para reunirse con sus familias y participar en las actividades de bienvenida del año nuevo según las costumbres tradicionales de Camboya.
En Tailandia, el Songkran de este año en Chiang Mai se tornó más especial, porque la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) acaba de incluir esta festividad en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y la provincia de Chiang Mai fue elegida por el Ministerio de Cultura tailandés como una de las cinco con la cultura más simbólica del país.
La serie de eventos organizados durante el festival es una combinación de la preservación de la tradición y las actividades de entretenimiento del Songkran contemporáneo. Sin embargo, la celebración también tiene como objetivo impulsar la economía y el turismo de la localidad.
Danza del sap en el Festival Mundial del Agua Maha Songkran 2024. FOTO: VNA El día del Año Nuevo Thingyan es el comienzo de numerosas actividades religiosas en Myanmar. Antes del anochecer, comienzan las festividades con música, cantos y bailes. Luego, después de una señal, se dispara un cañón y la gente sale a la calle con jarras de agua, rezando y derramando el líquido sobre la tierra. Este es el momento más caluroso del año, por lo que muchas personas disfrutan de esta actividad.
En medio de los bailes, los sonidos de los tambores, la música alegre, la gente local y los turistas extranjeros, sin distinción de riqueza, religión, edad, género, todos participan y comparten la alegría y la felicidad de una jornada del Festival del Agua./.
Maestras de una escuela de Vientiane durante el Festival del Agua. FOTO: VNA - Texto: COMPILADO POR VNP - Fotos: VNA
- Diseño gráfico: Trang Nhung