La meseta de Dong Van es conocida como uno de los 77 parques geológicos más importantes del mundo y el segundo mayor del Sudeste Asiático, después del parque geológico de Langkawi en Malasia. Con una enorme área de montañas calizas y de rocas escarpadas, la meseta es llamada también "la tierra de las rocas". A pesar de las dificultades, durante miles de años los habitantes han tratado de permanecer en su tierra natal y ganarse la vida cultivando en las pequeñas parcelas de la meseta rocosa de Dong Van.
Yendo a las provincias montañosas del norte, los turistas pueden ver las rocas escarpadas a ambos lados de la carretera. El color gris de las piedras se mezcla con el verde de las pequeñas parcelas de cultivo dispersas en el suelo rocoso. Las plantas parecen absorber todos los nutrientes de la tierra empobrecida para sobrevivir y florecer.
Cada año en el mes de marzo, cuando el ambiente está todavía fresco, los grupos étnicos preparan su nueva cosecha. Para que las semillas germinen y crezcan bien, tienen que trabajar duro en los campos durante varios días. Antes de sembrar, utilizan una herramienta especial para cavar profundamente los huecos entre las rocas escarpadas, después traen la tierra de otros lugares y la ponen en esos agujeros, formando las parcelas de cultivo.

Cada año en el mes de marzo, cuando el ambiente está todavía fresco, los habitantes van a la montaña rocosa para sembrar.

Donde quiera que haya un poco de tierra se utiliza para sembrar.

Sembrando en la tierra rocosa.

Los lugareños se ganan la vida cultivando en la meseta rocosa.

En la meseta se cultiva principalmente canna (Cannaceae).

Durmiendo en la espalda de la madre.

Los campos en la ladera de la montaña.

El color amarillo de las flores de colza en la montaña rocosa. |
Con el paso del tiempo, los grupos étnicos que se mantienen en la tierra seca y rocosa se esfuerzan por convertirla en campos de maíz y colza. Poco a poco, el gris de las rocas escarpadas es reemplazado por el verde de las plantas cultivadas, mostrando una vitalidad fuerte en el suelo empobrecido. A pesar de las condiciones climáticas difíciles y la falta de fertilizantes, las plantas crecen bien, florecen y dan frutos manifestando el agradecimiento al esfuerzo y diligencia de los cultivadores.
Por Tat Son