Hanoi (VNA) – El mercado minorista, tanto a nivel nacional como internacional, ha estado en constante evolución tras la Cuarta Revolución Industrial, que genera tantas oportunidades como desafíos.

Por lo tanto, para existir y crecer, los minoristas deben estar bien equipados para ponerse al día con las tendencias del mercado y adaptarse a los cambios, sugirieron los expertos en un taller realizado la víspera en esta capital por la Asociación de Minoristas de Vietnam (AVR) y la revista Thuong Truong (Mercado).

El mercado minorista nacional creció de manera estable durante el período 2017-2022 a pesar de los impactos de la pandemia de la COVID-19, dijo Dinh Thi Bao Linh, subdirectora del Centro de Información de Industria y Comercio de Vietnam en el Ministerio de Industria y Comercio (MIC).

En el primer trimestre de este año, las ventas minoristas de bienes alcanzaron unos 50,31 mil millones de dólares, un 11,4 por ciento más que el año anterior, lo que representa hasta el 78,9 por ciento de las ventas minoristas totales de bienes y servicios, continuó.

También enfatizó que la revolución industrial y el avance tecnológico acelerarán la automatización y formarán redes de intercambio de información y datos a gran escala y sin fronteras de espacio y tiempo.

Aparte de los esfuerzos del Estado para mejorar el entorno empresarial, los minoristas deben crear procesos paso a paso, facilitando que sus clientes seleccionen bienes y servicios por sí mismos.

Por su parte, Nguyen Thanh Hung, presidente de la Asociación de Comercio Electrónico de Vietnam (VECOM), reiteró que el comercio minorista electrónico de Vietnam se disparó a unos 20 mil millones de dólares en 2022 desde solo cuatro mil millones de dólares en 2015, y el comercio electrónico ahora representa el siete por ciento del comercio minorista combinado con ventas de bienes.

Le Huy Khoi, de la Asociación de Comercio Electrónico de Vietnam (VECOM) del MIC, señaló las limitaciones en el comercio electrónico en Vietnam con respecto a la calidad del producto y enfatizó la necesidad de revisar regularmente los documentos legales relevantes para controlar mejor los productos falsificados.

Otros sugirieron una estrecha coordinación entre el Estado, los minoristas y la profesionalización de los productores de servicios de entrega para impulsar el sector minorista./.