El proyecto de cría de avestruces se ha llevado a cabo durante casi diez años en la tierra soleada y ventosa de la provincia de Quang Binh, centro de Vietnam, con grandes beneficios para la población local. Ha demostrado ser una dirección sólida para el desarrollo económico de la provincia.
En 2004, Hoang Thi Minh en la comuna de Hai Trach, distrito de Bo Trach en la provincia de Quang Binh, comenzó a criar avestruces en pequeña escala. Después de asistir a un curso de formación en habilidades esenciales en la cría de avestruces, Minh invirtió más de 20 millones de dongs para construir instalaciones y compró avestruces de raza de un centro experimental de cría de avestruces en Ba Vi, Hanoi. Al ver su éxito en este trabajo, muchas familias de la provincia establecieron fincas para criar avestruz, que les reportaron una renta importante. Desde entonces, la crianza de avestruz se ha desarrollado vigorosamente y ha abierto una dirección sólida para el desarrollo de la economía de la provincia.

Área de cría de avestruces en manada. Foto: Tat Son

Área para la cría de avestruces comerciales. Foto: Thanh Giang

Avestruces criados para producir huevos son separados. Foto: Tat Sơn

El lugar donde mantienen avestruces se construye sencillamente. Foto: Tat Son
|
Una de las mayores granjas de cría de avestruces en la provincia es la de la Compañía de Mariscos Hung Bien en la comuna de Bao Ninh, ciudad de Dong Hoi. La compañía comenzó a criar avestruces en 2008 en una superficie de 500 m2 y solo después de cinco años, el área total de crianza se amplió a dos hectáreas con cientos de avestruces de raza y comerciales. De acuerdo con Nguyen Van Dung, director de la empresa Hung Bien, no es difícil criar los avestruces, porque este animal es capaz de adaptarse al clima y al terreno de Quang Binh .
Para desarrollar este negocio, la compañía Hung Bien estableció un centro independiente, incluyendo un área administrativa, un sistema de instalaciones para empollar huevos equipada con modernas incubadoras y de desarrollo de crías, un almacén de alimentos y un matadero. En el área de cría, la compañía invirtió un sistema de luces para garantizar las temperaturas adecuadas y siempre presta mucha atención al régimen de alimentación. Por ello, los avestruces se desarrollan bien y solo después de 12 meses cada animal pesa alrededor de 120 - 150 kg. El avestruz macho adulto es de 2,1 – 2,75 m de alto y pesa 120 kg - 150 kg, mientras que la hembra es de 1,75 – 1,9 m de altura y pesa 90 - 110 kg y puede dar de 40 a 50 huevos anualmente. Cada año, la Compañía de Mariscos Hung Bien gana unos 700 millones de dongs de los avestruces comerciales y 800 millones de los avestruces de raza.

Un avestruz hembra produce alrededor de 40 a 50 huevos al año. Foto: Tat Son.

El proceso de chequear huevos de avestruces antes de ser empollados. Foto: Tat Son

Los huevos de avestruz son mantenidos en lugares secos antes de ser incubados. Fotos: Tat Son.

Los polluelos de dos semanas de nacidos son mantenidos en ambiente cálido por un sistema de luces. Foto: Tat Son.

Los avestruces recién nacidos. Foto: Tat Sơn

Los polluelos tienen que ser mantenidos en un ambiente de temperatura cálida. Foto: Thanh Giang

Los polluelos de dos semanas de nacidos son atendidos con cuidado. Foto: Thanh Giang. |
Según las estadísticas del Centro de Promoción Agrícola y Pesca de Quang Binh, la provincia vende alrededor de 500 avestruces cada año. La carne es buena para la salud, por lo que se ha convertido en favorita en el mercado. Un kilo de carne de avestruz tiene un precio de 200 a 220 mil dongs. La piel, las plumas y la cáscara de los huevo pueden convertirse en valiosos productos, como zapatos, carteras, bolsos o chaquetas de cuero; con la cáscara de huevo se pueden hacer artículos de arte valiosos.
Los buenos resultados de las granjas pilotos han animado a los pobladores locales a ampliar las granjas de crianza de avestruces e invertir en la tecnología de cría para desarrollar la manada de avestruces y satisfacer la demanda del mercado interno y la exportación a otros países en un futuro próximo.
Por Ngan Ha - Fotos: Tat Son y Thanh Giang