Descubriendo Vietnam

Ceremonia de Mang Ma del pueblo xinh mun

En cada primavera, cuando brotan las flores del bosque cubriendo montañas y colinas de color blanco, el grupo étnico xinh mun en Son La prepara con entusiasmo la ceremonia de Mang Ma. Se trata de un ritual tradicional y una ocasión para que la población se reúna, haga ofrendas y pida por la paz y la salud, al tiempo que honra a los difuntos.

En cada primavera, cuando brotan las flores del bosque cubriendo montañas y colinas de color blanco, el grupo étnico xinh mun en Son La prepara con entusiasmo la ceremonia de Mang Ma. Se trata de un ritual tradicional y una ocasión para que la población se reúna, haga ofrendas y pida por la paz y la salud, al tiempo que honra a los difuntos.

 

Los xinh mun bailan en la celebración de la Ma Mang.

 

Los xinh mun creen que la salud depende de la total armonía del alma, y cuando se pierde una parte de ella, la persona se debilita y se vuelve propensa a las enfermedades. Por ello, cuando alguien se enferma por largo tiempo sin causa aparente, cuando hay una epidemia o el chamán siente una ruptura en la conexión con el mundo espiritual, la comunidad celebra la Mang Ma para convocar a las almas perdidas, alejar la mala suerte y pedir bienestar para todos.

 

El ritual principal para rogar por la salud es presidido por dos chamanes.

En el centro de la zona en que se realiza la ceremonia, se erige un árbol neu, hecho de bambú viejo, decorado con diversos objetos simbólicos, entre ellos, flores de bauhinia, cigarras, peces de madera y espigas de arroz. Al pie de él, se colocan artículos cotidianos ligados a la producción agrícola, como arados, animales domésticos... todo lo cual representa un mundo en miniatura, donde los humanos conviven en armonía con la naturaleza.

 

Ceremonia frente al árbol neu.

 

Los ritos son presididos por dos chamanes: uno anciano, quien mantiene el papel tradicional, y uno más joven, el sucesor, que ha sido instruido y guiado. Con los rituales de adoración y ofrenda se invita a las deidades y los antepasados a presenciar el acto sagrado y otorgar sus bendiciones. Al mismo tiempo, se invocan a las almas errantes para que regresen, con el anhelo de abundante cosecha y buena salud para la comunidad.

 


Todos bailan, cantan y ruegan por buena salud, una cosecha abundante, felicidad y prosperidad.

Cuando termina la ceremonia, comienza la parte festiva, vibrante y animada. Los sonidos de tambores y gongs resuenan por toda la aldea, acompañando los movimientos suaves de las danzas tradicionales. Los bailes y los juegos folclóricos reflejan las características típicas de la vida y el trabajo de los xinh mun.

  • Por VNP/Viet Cuong  

 



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