Phuong recordó que cuando todavía era un chico de secundaria y cruzaba la calle Phan Dinh Phung, solía ver a un pintor, Hoa Hue, sentado y pintando. Estaba muy interesado en el trabajo del talentoso pintor. El pintor, reconociendo la pasión del muchacho por la pintura, aceptó tomarlo como su estudiante. Más tarde, Phuong fue enseñado más por el pintor Vu Trong Hop, quien ayudó a Phuong a convertirse en un pintor.
Decenas de años, dijo Phuong, cuando las técnicas y la tecnología aún no estaban desarrolladas, los clientes le encargaron que dibujara en las direcciones y anuncios de productos para sus tiendas, o logotipos de sus empresas. Llevando un equipo de pintura, Phuong caminó por todos los rincones de la ciudad, sus distritos y áreas suburbanas, a pesar de las duras condiciones climáticas.
En los últimos años, las personas han preferido tableros electrónicos a pintados, por eso el trabajo de Phuong se ha vuelto menos necesario. Sin embargo, el viejo pintor ha tratado de mantener su trabajo, aunque sus clientes actuales son sólo aquellos que han admirado la habilidad del pintor talentoso, que es claro, pero lleno de valor artístico. Esos clientes le pidieron a Phuong que hiciera tableros de carteles únicos para sus tiendas, lo cual sería muy diferente de aquellos hechos con medios de alta tecnología. Además, también muestran su admiración por el talentoso viejo pintor, que es amable y amable. Mientras trabajaba, Phuong solía recitar poemas o contar historias relacionadas con la ética a sus clientes, que son especialmente útiles para los jóvenes.
Aparte de la pintura, Phuong también ama los poemas, algo que ha estado interesado desde su infancia. A petición de un cliente, le encantaba pintar algunas líneas de poemas que compuso.
Decenas de años, dijo Phuong, cuando las técnicas y la tecnología aún no estaban desarrolladas, los clientes le encargaron que dibujara en las direcciones y anuncios de productos para sus tiendas, o logotipos de sus empresas. Llevando un equipo de pintura, Phuong caminó por todos los rincones de la ciudad, sus distritos y áreas suburbanas, a pesar de las duras condiciones climáticas.
 Nguyen The Minh, con el nombre de Hoai Minh Phuong, que ahora vive en la calle An Duong Vuong, distrito de Tan Binh, ciudad de Ho Chi Minh, es uno de los pocos pintores que producen sus carteles a mano. Foto: Nguyen Luan / VNP  Su segundo hijo lleva a Phuong a trabajar en moto. Foto: Nguyen Luan / VNP.  Pinturas multicolores de Phuong. Foto: Nguyen Luan / VNP.    Pintuando una pancarta de publicidad para la tienda de un mecánico. Fotos: Nguyen Luan / VNP  |
En los últimos años, las personas han preferido tableros electrónicos a pintados, por eso el trabajo de Phuong se ha vuelto menos necesario. Sin embargo, el viejo pintor ha tratado de mantener su trabajo, aunque sus clientes actuales son sólo aquellos que han admirado la habilidad del pintor talentoso, que es claro, pero lleno de valor artístico. Esos clientes le pidieron a Phuong que hiciera tableros de carteles únicos para sus tiendas, lo cual sería muy diferente de aquellos hechos con medios de alta tecnología. Además, también muestran su admiración por el talentoso viejo pintor, que es amable y amable. Mientras trabajaba, Phuong solía recitar poemas o contar historias relacionadas con la ética a sus clientes, que son especialmente útiles para los jóvenes.
Aparte de la pintura, Phuong también ama los poemas, algo que ha estado interesado desde su infancia. A petición de un cliente, le encantaba pintar algunas líneas de poemas que compuso.
Varias obras terminadas de Phuong:
       Su obra puede durar de 5 a 7 años. |
Antes de terminar un producto, Phuong a menudo lo cubre con una pintura anti-oxidación, que ayuda a proteger el tablero por un tiempo más largo, con una duración de siete años. Después de hacer eso, si el color en la superficie del tablero está desvaneciéndose, él puede lavarlo, después pintarlo con una nueva cubierta.
De sus tres hijos, sólo el segundo, Nguyen The Quang, ha seguido su carrera para pintar pancartas y carteles publicitarios a mano./.
Por: Son Nghia - Fotos: Nguyen Luan
