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Coleccionar pinturas folclóricas, un placer del Tet de los vietnamitas

En las vísperas del Tet (Año Nuevo Lunar), las familias vietnamitas, ocupadas haciendo las compras para esta fiesta, no se olvidan de adquirir las pinturas folclóricas de Dong Ho, en búsqueda de una parte de la identidad cultural tradicional.

Situada a 40 kilómetros al este de Hanoi, la aldea Dong Ho de la comuna Song Ho, provincia norteña de Bac Ninh, tiene fama por el arte único de producción xilográfica artesanal con el uso de materias naturales, que apareció en el siglo XVII, durante la dinastía Mac, y alcanzó momento de esplendor a finales del siglo pasado.

Esas pinturas son únicas en cuanto a la disposición de los objetos, el pincel audaz y nítido, así como a los colores y el papel utilizados: son impresas manualmente en Giay Do (hoja hecha de una planta típica) cubierta por una capa compuesta de coquilla pulverizada de almeja y un tipo de pegamento hecho de harina de arroz o yuca.

Los colores son totalmente naturales: el negro, de ceniza de hoja de bambú; el verde, de la herrumbre de bronce; el amarillo, de la flor del árbol de la miel y el rojo, de los pedregullos. Se crean específicas grabas en madera para imprimir en el papel y cada uno corresponde a un color, por eso los artistas no utilizan más de cuatro colores.

Los vietnamitas creen que exponer las pinturas Dong Ho en sus casas durante los días del Tet no solo creará un ambiente animado y festivo, sino también brindará fortuna a la familia y evitará la mala suerte.

Familiares imágenes de vida como los animales, bodas y juegos populares las introducen los artesanos en las obras con sentido de humor escondiendo profundos valores de la humanidad.

Por ejemplo, se coloca el cuadro “A llegar la fortuna” en la puerta de entrada para invitar a la casa el dios de prosperidad, las obras “La mandada de gallos” y “La piara” simbolizan el deseo por el desahogo en la vida, mientras el dúo Gloria – Riqueza que dibuja un niño abrazando un gallito y una niña con un patito hará real el anhelo para que la familia obtenga exitosos negocios y nuevos miembros en el año nuevo.

Además los cuartetos Ciprés – Margarita – Bambú – Albaricoque (que representan las respectivas estaciones de año, desde el invierno hasta la primavera) y Dragón – Quilín – Tortuga – Fénix (cuatro animales sagrados) les gustan a las personas elegantes.

No cabe ninguna duda que forman la parte más divertida de ese arte los dibujos de los juegos folclóricos en ocasión del Tet, los cuales reviven la atmosfera alegre y animada de las fiestas primaverales.

Según el presidente del Comité Popular de la comuna Song Ho, Nguyen Nhu Dieu, quedan sólo tres familias que conservan el oficio pero en la actualidad cada vez más personas comienzan a interesarse en las pinturas de Dong Ho.

El artista Nguyen Dang Che reveló que en los días previos al Tet, se disparó la cantidad de compradores.

Añadió que al lado de los dibujos tradicionales, las obras de temas contemporáneas como la salvaguardia de la soberanía marítima e isleña del país captan la atención de los clientes.

Las pinturas folclóricas de Dong Ho fueron reconocidas en 2013 como patrimonio nacional y un expediente se prepara para solicitar una posición en la lista de las herencias culturales intangibles de la humanidad en urgencia de protección.

Esos avances brindan nuevas esperanzas a quienes se esfuerzan día y noche por rescatar y conservar la artesanía tradicional como el artista Nguyen Dang Che.
VNA/VNP


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